Torre Vieja

Frente Noreste. Este frente presenta la puerta original de la torre y el blasón heráldico.

Se localiza en medio de la huerta, a un kilómetro del centro urbano de Alguazas, en la margen izquierda del río Mula, muy cercana al punto donde se une con el río Segura. Existen rótulos indicativos que hacen sencillo su acceso entre el laberinto de caminos de la huerta. También es llamada Torre del Obispo o Torre de los Moros. Existe diversidad de horarios en diferentes páginas en Internet, e incluso en la puerta de la torre, pero a la hora de la verdad, ninguno sirve, pues la torre permaneció cerrada todo el día, por lo que no tuvimos la suerte de poder visitarla (julio 2022).

Alberga exposiciones temporales y un museo, pero durante su restauración se alteró por completo su fisonomía y funciones. Incluso se añadió una galería-mirador acristalada cubierta con un anacrónico tejado a cuatro aguas.

 

 

 

Frente Noroeste. Por aquí se accede a su interior.

Torre de colosales proporciones, de planta cuadrada de 18 m de lado y una altura de 9. El espesor del muro es de 2’5 m pero disminuye con la altura. Contó con foso y muralla perimetral, pero no queda ningún vestigio de ellos. La fábrica de la torre es el tapial. En el muro se abrían pequeñas ventanas medievales de distinta tipología que han sido muy alteradas modernamente. Además se han abierto numerosas ventanas que en época medieval no existieron. En el centro de cada una de las cuatro fachadas del edificio encontramos una puerta de acceso, si bien, la única original es la del paramento Noreste, o sea en la fachada principal. Actualmente la puerta se encuentra al nivel de la calle, pero la original estaba un metro por debajo del nivel actual. En su interior aparece un patio central de planta cuadrada, en torno al cual, se articulan las habitaciones interiores de la torre, distribuidas en dos plantas en altura.

La planta baja tiene un sistema de cubierta con bóvedas que aunque fueron remodeladas y parcialmente eliminadas todavía conservan vestigios de su traza original. Las bóvedas son de crucería y están construidas en ladrillo en tres de las cuatro naves inferiores que rodean el cuerpo central del edificio. La sala de entrada presenta, sin embargo, una cubierta de bóveda de cañón. Al primer piso se accede por la escalera situada en el zaguán. Se desconoce si existía algún piso más en altura. La cubierta que tenía antes de iniciarse los trabajos de rehabilitación consistía en un tejado de teja árabe a cuatro aguas con pendiente descendente hacia el exterior, que se conservaba en muy mal estado.  No conserva vestigios de almenas pero se da por segura su existencia al ser constantemente nombradas en la antigüedad. Fue utilizada como cárcel eclesiástica, depósito de armas y refugio en casos de peligro o de riadas por los vecinos, que acudían a ella para estar a buen recaudo, dada la fragilidad de sus propias viviendas. La señal de alarma y convocatoria para los vecinos en casos de peligro, incendios, inundaciones, e incluso oficios religiosos o concejos abiertos, se realizaba con una campana de cobre.

 

 

 

 

Esquina oriental.

En la planta baja están las galerías clásicas de la fortaleza medieval, con arcos de crucería y patio central. La oficina de información turística y atención al visitante, vitrinas informativas sobre los hechos y acontecimientos históricos de la Torre. En el entresuelo aparece una pequeña capilla dedicada a Santa María. En la primera planta se encuentra el Museo Etnográfico, con la reconstrucción de una casa típica de la huerta alguaceña, organizado por la Asociación Cultural “Amigos de la Torre”. Y en la segunda planta está la sala de exposiciones temporales y el mirador panorámico con 96 ventanales desde el que se divisa la Vega Media del Segura. Sus frentes meridionales se encuentran a muy escasa distancia de otras propiedades valladas, por lo que es un tanto complicado su correcta observación.

 

 

 

 

Esquina meridional.

El obispo don Pedro Peñaranda, que ejerció sus funciones entre 1327 y 1351, mandó erigir una torre defensiva en Alguazas que a su muerte quedó a medias y que concluyó su sucesor. No obstante, todos los obispos cuidaron de su conservación. Se levantó sobre las ruinas de otra torre anterior almohade. En 1442 había en la torre bombardas, truenos, ballestas, lanzas y escudos y servía de atalaya para, en combinación con otras torres estratégicamente situadas, avisar mediante humaredas a la ciudad de Murcia de que había incursiones de moros granadinos. Sirvió de refugio a varios obispos de la diócesis de Cartagena, haciendo las veces de cárcel eclesiástica y prestando servicio como base militar para diversas incursiones a otras localidades próximas.  Un hecho destacado es la presencia en Alguazas del obispo Diego de Comontes que se había enfrentado al concejo de Murcia no sólo con sus fuerzas sino con las de otras compañías enviadas por el propio monarca en su apoyo. Sufrió diversos embates, el más duro cuando el rey moro de Granada, Boabdil el Chico, saqueó y prendió fuego a casas, árboles y cosechas, destruyó la fortaleza y se llevó cautivos a todos los moradores del lugar. Hasta la segunda mitad del siglo XVI, hubo en la torre alcaide asalariado nombrado por el obispo. En 1579 quedó en desuso, trasladándose su último alcaide al núcleo urbano. Tras la riada de San Calixto de 1651, debió quedar maltrecha, pues para su reconstrucción se aprovecharon los ladrillos de la muralla que la rodeaba. Cuando Alguazas adquirió su independencia de manos de don Alonso de Tenza, la torre quedó en propiedad del concejo, pero no se ocuparon de su costoso mantenimiento, por lo que el deterioro fue progresando, aunque dada su buena estructura, milagrosamente ha podido llegar hasta nuestros días. Tras la Desamortización de 1836 fue comprada por la familia “Tobalo”. En propiedad de éstos, fueron desmoronadas las almenas y garitas, quedando convertida en una casona de labranza, hasta que en 1989 fue adquirida por el Ayuntamiento y con la ayuda del gobierno regional se procedió a una primera fase de restauración entre 2005 y 2007.

Interior de una de las salas de la torre.

Blasón situado en la fachada.