Torre del Telégrafo

A unos 5 kilómetros al Oeste del pueblo, cerca de la carretera de Huerta de la Obispalía, en la cima del antiguo Alto de la Cabecilla, de 1.087 m. de altura, actual cerro del Telégrafo. No hay caminos ni senderos. Hay que ascender campo a través para llegar hasta ella. Antiguamente se le llamaba Cabeza Quemada. Sin embargo, la torre telegráfica hizo cambiar el topónimo del lugar, El Telégrafo, que sí que ha sobrevivido hasta nuestros días en la memoria colectiva. Es un ejemplo de la huella que el telégrafo ha dejado en los pueblos, llegando a modificar la toponimia del lugar.

Su estado no es demasiado bueno. Apenas quedan sus cuatro paredes y con desprendimientos constantes. Encima ha sufrido actos vandálicos.

 

 

Cerro del Telégrafo. Entre los pinos apenas es perceptible la torre.

Torre de telegrafía óptica del ramal a Cuenca, de la línea Madrid-Barcelona, pasando por Valencia. Esta era la número 104 y enlazaba visualmente con la 103, situada en Villanueva de los Escuderos, y la 105, ubicada en Naharros. Es de planta cuadrada, tres plantas más la terraza y tres aspilleras en cada flanco en la planta baja. Todavía conserva casi toda su altura hasta la cornisa, excepto en la esquina Sureste. No obstante ha perdido gran parte de la fábrica de ladrillos, el zócalo de la puerta, la mayor parte del enlucido de sus paredes y todos los forjados de sus plantas, quedando las cuatro paredes y dejando la torre totalmente hueca. Conserva todas las aspilleras y un curioso orificio redondo que servía para mirar por el catalejo.