
Se levantó sobre una pequeña loma de 570 m de altura, en la margen izquierda del río Queiles, en la población homónima.
Prácticamente desaparecida. A mediados del siglo XV se le adosó una mezquita y modernamente, varias viviendas, por lo que no está exenta ni es, apenas visible.
Ha sufrido agresiones de todo tipo y es casi milagroso que se haya conservado un pequeño lienzo. Además, la mezquita llegó a estar en muy mal estado, por lo que se barajó la posibilidad de derribarla. Esto hubiera sido catastrófico para los restos medievales. Afortunadamente, fue restaurada con mucho acierto, dejando en una de sus paredes interiores un muro de la torre, al aire, para que pueda ser observado, apreciándose sus grandes mampuestos.
En 1267 se labró moneda falsa en Tórtoles por lo que la torre fue requisada por la Corona, pasando al obispado de Tarazona que utilizó la torre como cárcel. En 1464 el rey y el obispo se disputaron el señorío del lugar, quedando para la iglesia tras el pago de 4.000 sueldos al rey Juan II. En 1673 todavía debía seguir en uso la torre pues en esta fecha es nombrado un nuevo alcaide.

Exterior de la mezquita.

Detalle del muro de la torre.