Se alza en el centro de la isla de Tabarca, en la cota más alta, desde donde se domina todo su perímetro completamente.
Se encuentra abandonada desde hace años, esperando un plan de recuperación que no llega nunca.
Torre-fuerte de gran tamaño, con planta rectangular (20 x 16 m.), forma troncopiramidal y tres plantas de altura. El edificio actual es del siglo XVIII, pero con anterioridad existió una torre vigía desde el siglo XIV, probablemente árabe. La entrada, en el flanco Norte, está en altura, aunque en tiempos modernos se ha construído una escalera de cemento y su acceso es simple y sencillo. Estaba protegida por un matacán. Poseyó cuatro garitones en sus esquinas, cuyos restos todavía se aprecian. Presenta a nivel de la planta baja varias aspilleras en sus cuatro lados y múltiples vanos, aunque diminutos, en las plantas superiores, además de un escudo sobre el dintel de la puerta. Estuvo artillada. Está edificada a base de sillarejo, reforzadas sus esquinas con grandes sillares. Fue cárcel de Estado y a finales del siglo XX se cedió al Cuerpo de Carabineros y luego pasó a la Guardia Civil. En algunas paredes de su interior hay algunos grafitos de interés. Ahora está cerrada y olvidada.