Está situado en la parte Norte de la ciudad, muy cercana al mar y al histórico puente que cruza la ría.
Su estado es impecable. Alberga la Oficina de Turismo y una exposición sobre la historia de Puentedeume y su torre.
En el muro meridional de la torre hay un magnífico escudo adornado con las 18 banderas ganadas a los franceses por Fernán Pérez de Andrade, en la batalla de Seminara del año 1503, los seis roeles de los Cuatro de Lemos y la barra de los Andrade. Un ángel sostiene una inscripción Nolite Nocere (No hagáis daño). Este escudo fue trasladado desde la fachada del antiguo palacio en los años 30.
En algunas fuentes se señala que este torreón pertenecía al desaparecido Palacio de los Andrade, derribado, y en cuyo solar se construyó el actual mercado. Pero en otras se indica que era una torre que formaba parte de la muralla urbana. Los cierto es que, en la actualidad, es una gran torre totalmente exenta y sin vestigios de haber estado adosada a edificio o cerca alguna.
La torre es de planta cuadrada y está coronada con un alféizar de piedra que descansa sobre modillones moldeados, y en la terraza hay ocho matacanes apoyados en ménsulas. Uno en cada una de las cuatro esquinas, tres de ellos redondeados, y otro en el centro de cada uno de los flancos. Mide 11’5 m de lado y 18 de altura, y el grosor de sus muros es de más de 2 metros. Tiene cuatro pisos con ventanas góticas con festejadores, destacando los del tercer y cuarto piso, donde en uno de ellos hay un óculo calado con el «sello de Salomón» o cruz de cinco puntas. También tenía una cárcel, los guardias de servicio y defensa, la cocina, el comedor y las habitaciones más privadas. Está construida con mampostería de pizarra en las paredes, reservando los sillares para las esquinas. Tiene variaos vanos, aspilleras, una letrina, puertas y ventanas ya mencionadas.
Ventanas con la cruz de Salomón.
Letrina.
Bolaños expuestos en el interior de la torre.
Impresionante dominio visual desde la terraza de la torre.
Se levantó entre 1370 y 1380 por parte de Fernán Pérez de Andrade, el Bueno. Las revueltas Irmandiñas y los incendios que sufrió la ciudad en los años 1533 y 1607 causaron el deterioro del edificio. En 1905, el ayuntamiento adquirió a la Casa de Alba, la torre y el palacio. En 1924 cuando ya era evidente su ruina, fue declarado Monumento Histórico-Artístico. En 1935 ante la desidia de las instituciones del momento se derrumbó en parte. Actualmente la torre ha sido restaurada y está dedicada a diversas actividades culturales.
Antes de su restauración. Imagen extraída de la web: