Entre las casas del pueblo homónimo, sobre una loma rocosa de forma alargada, en la parte alta, a 17 km de Sigüenza.
Se encuentra en pésimo estado. En total abandono. La pérdida de materiales en su base hace peligrar la estabilidad de los muros, por lo que los vecinos, ante la desidia de las autoridades, han asegurado las piedras con cemento para evitar que se les caiga encima. Una ligera consolidación colocando varios sillares caídos en su lugar, contribuiría a salvar esta torre del grave peligro de derrumbe.

Torre de planta rectangular (10 x 9 m aproximadamente), construida con piedra arenisca rojiza, a base de sillares colocados en bandas a tizón y, en ocasiones, a soga y tizón, como otras fortificaciones de la zona. Las esquinas presentan gran robustez, con grandes sillares recortados. El color de sus sillares varía desde el rojizo, morado, marrones oscuros o pardos, lo que produce una sensación de viveza en la obra. Está desmochada y no se sabe con exactitud donde estaba la puerta, aunque se supone que tuvo una entrada por el primer piso en el lado que da a la calle. De ser así, tendría al menos tres pisos, con una altura de 15 o 16 metros. El mejor muro labrado es el del ángulo Este, oculto en parte por una cerca moderna y que conserva una altura de 5 metros.

Es torre califal del siglo IX o X. En la documentación no se encuentra citado este pueblo hasta el siglo XII. En 1307 vuelve a citarse, llegando hasta nuestras fechas totalmente inadvertido. Controlaba el camino que enlazaba Sigüenza con Alcolea del Pinar y Molina de Aragón, así como la calzada que recorría esta zona del valle del Henares hasta Medinaceli. En el XII fue de la Comunidad de Medinaceli para pasar, en el XV, a los de la Cerda, Duques de Medinaceli. En 1983 se descubrió la torre atendiendo a su etimología árabe que significa “torre del arrabal”, pues no era nombrada en ningún inventario.