
Base de la torre, camuflada entre tierra y vegetación. Se prolonga en el vacío como si fuera un mirador.
Al oeste del recinto del Castillo Mayor, extramuros, a 240 m. en línea recta, en el punto donde se acaba la peña, por lo que la torre formaba un espeluznante balcón sobre el vacío. No existen accesos, pero desde los aljibes romanos se puede ascender entre las rocas.
Prácticamente desaparecida. Tan solo queda su base y para un profano es difícil distinguir.

Entre las rocas aparece este relleno de ladrillos macizos, que debió servir para igualar la base de apoyo sobre unas rocas que no debieron ser muy homogéneas.
Defensa avanzada del castillo que permitía la visibilidad de todo el sector Oeste, muy importante porque era el camino que venía del interior de la Península. En todas las fuentes consultadas se la tiene por torre albarrana, no sabemos con qué fundamento, pero a nosotros no nos lo parece. Curiosamente, durante unos cincuenta metros desde los muros del castillo, quedan restos de un muro de tapial rojizo sobre una ligera base de mampostería ¿Es el muro que unía la torre al castillo? Probablemente no, puesto que a partir de esa distancia los restos se acaban y solo aparece la roca desnuda. Lo que sí creemos es que el muro de tapial debió llegar a una torre albarrana, desaparecida hoy día. Durante la Guerra de Sucesión, Basset construiría otra 190 m más al Oeste, en el límite de las rocas, que es la que estamos comentando aquí.
Extremo Oeste del castillo. En primer término se aprecia el muro de tapial rojizo prácticamente desintegrado que llega hasta los muros del castillo.

Es difícil comentar la tipología de esta torre. Siempre ha sido llamada “garita de Basset”, (en honor al general austracista, Juan Bautista Basset y Ramos) por lo que quizá tan solo fuera un puesto vigía avanzado, sin demasiada solidez. Teniendo en cuenta, además, que se construyó ante la llegada de la Guerra de Sucesión, cuando se mandó reconstruir y reforzar todo el castillo al completo, en poco tiempo, en 1705.
Lo que nos podemos encontrar ahora es su base, aplanada, de planta trapezoidal. Las paredes verticales han sido homogeneizadas con ladrillos y mampuestos, de alguna forma muy inverosímil, puesto que están colgando en el vacío. Hace bastantes años se le debió colocar una barandilla metálica de la que quedan algunos trozos, puesto que es un lugar peligrosísimo. Puesto que los muros del castillo no presentan vanos, ni tapiados ni sin tapiar, su acceso debía hacerse desde la Puerta del Malanyat, a través de la Dehesa, de igual forma que en la actualidad.