Sobre una espectacular montaña de 1.001 m de altura, en pleno corazón de la Sierra. Es una auténtica atalaya con un dominio óptico excepcional, pues es visible desde muchos kilómetros alrededor. Incluso se afirma que en días claros, se puede ver la ciudad de Cáceres. Se encuentra a 2.300 m en línea recta de Gata, pero a más de cinco con vehículo. Para llegar a ella hay que tomar la carretera de Torre de don Miguel y al llegar a la cruz de piedra, arriba del puerto, seguir por una amplia pista forestal a la izquierda. Esta pista nos acerca hasta sus inmediaciones. Luego, dejar el coche y seguir el último tramo andando por un buen sendero.
Pésimo estado. No ha colapsado y se ha convertido en un montón de escombros debido a la enorme solidez de sus muros, pero presenta todos los males habituales en este tipo de construcciones: grietas, pérdida de verticalidad de los muros, desconchones de mampuestos, etc. Urge una intervención en sus paramentos para evitar derrumbamientos, pero no parece que las autoridades estén demasiado interesadas (septiembre 2024).


La población de Gata, con la torre al fondo.

Torre atalaya de planta pentagonal alargada, con el vértice orientado al Noreste. Conserva unos 20 m de altura. Muros de gran espesor construídos con mampostería trabada con mortero de cal, mientras que las esquinas y contorno de los vanos presenta buena sillería de granito. En su interior existieron varias plantas como lo atestiguan los mechinales donde encajaba el vigamen de madera de los forjados. El piso inferior se encuentra elevado por la acumulación de tierra y escombros de lo que fueron techos y demás materiales. La puerta de acceso, se abre en el muro Sureste, elevada a tres metros del piso exterior, alta y angosta. Está realizada en sillería, con arco de medio punto y bovedilla de cañón rebajado. Delante de ésta aún se conserva un baluarte de planta redonda. Interiormente está dividida en tres plantas, con forjados de madera de roble y castaño, bajo suelo de barro. En la planta baja o sótano existía una bodega y un aljibe, de grandes dimensiones y excelente calidad. En el primer piso aparece una ventana abocinada, a modo de saetera, en su parte inferior, mientras que se eleva y ensancha en su parte alta, cumpliendo así una doble función de ventana y aspillera. Todo este vano está enmarcado con piezas de sillería, con dintel moldurado y marcas de cantero en distintos sillares. En la parte alta existen dos pisos, el primero corresponde a los aposentos reales y el segundo al hogar y un horno. La cubierta de la torre era de madera y teja árabe. El tejado estaba circundado por un adarve, rodeado de almenas. La cubierta se completaba con una garita de piedra, que debía estar colocada en el ángulo Oeste. Estuvo reforzada por un recinto que ha desaparecido por completo. Dentro de este recinto perimetral, adosado a la misma muralla, se encontraban unas caballerizas, de las que solo han quedado los basamentos.

Flanco Sureste. La puerta en altura, protegida por un pequeño baluarte. El acceso al interior de la torre es sumamente peligroso.

Esquina Noreste.


Si por fuera está en mal estado, por dentro aún está peor.




Una vez dejamos el coche, ya solo nos queda un corto paseo hasta la torre.
La torre vista desde la población de Cadalso.

Hay autores que afirman que una de las funciones principales de la torre fue la defensa de la Vía Dalmacia, que trascurre a sus pies, por lo que debió tener orígenes romanos. En este lugar existió un castillo musulmán que fue conquistado por Fernando II de León y donado a don Armengol, conde de Urgel, aunque poco tiempo después volvió al poder de los musulmanes. Fue conquistado definitivamente por Alfonso IX de León en 1212, al mismo tiempo que Santibáñez. Posteriormente pasó a manos de la Orden de Alcántara. En 1363 el maestre don Melén Suárez puso el castillo al servicio del rey portugués Don Fernando tras la muerte del rey Pedro I, pero revirtió a manos de la corona castellana al ser tomado el castillo poco después por los Trastámaras. La torre es obra del XIV levantada sobre los restos de esa antigua fortaleza.

Basamentos de las caballerizas.

