Fuerte de Villamiel

Se situaba en la parte alta de la población, en lugar ocupado en la actualidad por viviendas y huertos de particulares. Las únicas referencias al fuerte han quedado en el callejero, con las calles del «Fuerte» y de la «Muralla».

Del fuerte tan solo queda parte del baluarte Noroeste, con fábrica de mampostería con sillares en la esquina. Queda en el interior de una propiedad privada y no es visible desde el exterior.

Podemos imaginar cómo era dicho fuerte gracias a un plano conservado en la colección Gaignières, de la Biblioteca Nacional de Francia.

En dicho plano se observa que el fuerte era muy sencillo. Su planta tenía forma de estrella irregular de cinco puntas. Estaba rodeado por un muro a modo de barbacana, con una pequeña estacada en torno a su entrada principal y otra que lo unía a las casas del pueblo. En las zonas Norte y Este de la fortaleza aparece dibujado el foso. En su interior aparecen las plantas de dos edificios, posiblemente cuarteles para los soldados.

El 16 de diciembre de 1665 los portugueses con 2.300 hombres llegaron hasta Villamiel, población defendida por una compañía de caballería en el reacondicionado fuerte. Ante la llegada de las tropas portuguesas, los de caballería abandonaron el fuerte y se guarnecieron en el castillo de Trevejo. La población se refugió en la iglesia. Mientras, aprovechando la situación, los portugueses dinamitaron el fuerte.

Fue construído a raíz de la Guerra de Restauración con Portugal, la cual duró 28 años. Desde 1640 hasta 1668, cuando con el Tratado de Lisboa, Portugal recuperó su independencia. Consistió principalmente en una serie de escaramuzas cerca de la frontera luso-española (La Raya), y cinco batallas principales (batalla de Montijo el 26 de mayo de 1644, batalla de las Líneas de Elvas en 14 de enero de 1659, batalla de Ameixial o de Estremoz en 8 de junio de 1663, batalla de Castelo Rodrigo o de Salgadela en 7 de julio de 1664, batalla de Villaviciosa o de Montes Claros en 17 de junio de 1665). Los portugueses las ganaron todas. Desde el comienzo de la guerra, las incursiones y correrías de los portugueses por las poblaciones españolas más cercanas a la frontera fueron frecuentes. Ante esta continua amenaza de invasión, los pueblos próximos a la frontera construyeron fuertes en los lugares de más fácil defensa, aunque con demasiada precipitación y quizá, no demasiado sólidos, puesto que no se ha conservado ninguno en la actualidad.

 

 

Baluarte Noroeste.

Imagen extraída de la web: “fortalezasdelaraya.blogspot.com”.

Si alguien está interesado en profundizar en este tema, puede consultar el estupendo trabajo: “Fortalezas de la raya cacereña en el siglo XVII”

fortalezasdelaraya.blogspot.com