
Torre adosada a la muralla.
Situado a unos 6 km al Norte de la ciudad, sobre un cerro solitario de 100 m. de altura.
Bastante buen estado para lo que es un poblado ibérico. Ha sido restaurado con acierto y existen visitas guiadas. Pero las ruinas actuales son una pequeña parte del poblado completo, pues una cantera destruyó la mayor parte del poblado hasta que fue cerrada en la década de los setenta del pasado siglo.
Lienzo Oeste, en la parte alta del poblado.

Gran e importante poblado ibérico ocupado desde el siglo VIII al IV a.C. comenzando en la Edad del Bronce y terminando en la plenitud del periodo ibérico. En su época de esplendor, en torno al siglo V a.C. llegó a contar con 1.500 habitantes en más de 300 casas. Tras su decadencia el poblado fue abandonado sin que se sepan todavía las causas. Se han descubierto plantas de cabañas redondeadas, pertenecientes al Bronce y otras rectangulares, ibéricas. Con algunas calles de trazado horizontal que se van adaptando al relieve de la montaña, y otras que ascienden hacia la parte alta donde se halla la muralla. De dicha muralla solo se ha conservado un trozo en la zona Oeste, pero en bastante buen estado, y con una torre adosada con la esquinas redondeadas. Evidentemente debió contar con más torres. Hay vestigios de barreras y parece que en el sector Norte el lienzo hacía retranqueos (muralla en cremallera). La muralla conservada presenta una anchura de 4’50 m. ligeramente ataluzada en su base, con una altura máxima conservada de dos metros. Se desconoce el tipo de remate, pero era habitual en los pueblos ibéricos la existencia de parapetos de madera

Aspecto del interior del poblado, excavado y restaurado.