Castillo de Corbó

Formidable posición del castillo, totalmente enriscado sobre una gran peña rocosa cortada a pico y completamente inaccesible. Esta foto está tomada desde el Norte, apreciándose la entrada a través de una grieta en la roca y los restos de las dos torres que la defienden.

Sobre un enorme peñasco, especialmente abrupto y espectacular, a 1.060 m. de altura. Está a una distancia de 10 km al Noroeste del pueblo, junto a la carretera de Villafranca que casi lo rodea. No cuenta con senderos, pero se puede penetrar en él tanto por el Norte como por el Sur, tras dura ascensión con algo de escalada. Es llamado también castillo de Corbóns o de la Alcorba. Fue al-Qurba para los musulmanes.

Muy mal estado, totalmente arruinado. Sus escasos restos lo hacen invisible desde la carretera y tampoco cuenta con carteles indicadores de ningún tipo. Encontrarlo es un poco cuestión de lógica.

Acceso Sur.

Base de mampostería de una de las torres que lo defendían.

 

 

 

Aljibe.

Fortaleza de tipo roquero, con un solo recinto murado de torres gemelas de planta cuadrada, tanto protegiendo la entrada Norte como la del Sur. Los restos conservados son muy escasos, pero es que no debió poseer defensas potentes, ya que su defensa estaba encargada a la propia naturaleza que hace de esta roca un punto totalmente inaccesible. Su planta es irregular, orientada de Norte a Sur, ocupando todo el espacio disponible en la meseta que forma la peña rocosa. Tiene una longitud de 100 m. con una anchura máxima de 46 m. ocupando una superficie de unos 3.000 m2.  Los restos más destacables pertenecen a las dos torres que defienden la entrada Norte, de mampostería, el gran aljibe de planta rectangular y los vestigios de otras dos torres que debieron defender la entrada Sur, muy similar a la otra, pues también se realiza el acceso a través de una grieta en la roca. Mantiene contacto visual con los castillos de Culla y del Boi.  Según la leyenda popular el castillo dispone de una comunicación subterránea con la cueva situada a los pies de la montaña desde donde brota una fuente y oculta grandes tesoros.

 

 

Diversos aspectos de la entrada Norte, tanto del exterior como del interior, y de las dos torres que la salvaguardan.

Fue levantado sobre un asentamiento de la Edad del Bronce, ocupado después por íberos y romanos. Se le cita en diversos documentos a partir de 1157, en el que Ramón Berenguer IV le concede la carta-puebla de Alcañiz. Parece ser que Pedro II lo tomó a los musulmanes en 1210. En 1229, Jaime I lo donó a Abu Ceit, penúltimo gobernador árabe de la ciudad de Valencia y aliado del monarca aragonés. Estuvo integrado en la demarcación territorial del castillo de Culla. Perteneció a la familia Alagón. Fue comprado por la Orden del Temple al endeudado Guillem de Anglesola. Tras la desaparición de esta orden en 1319 pasó a propiedad de la orden de Montesa. Hay constancia de la existencia de guarnición y alcaide en 1321, cuando Jaime II hace mención de los desmanes contra ellos por parte de los habitantes de Morella. Quedó despoblado en 1612.

Torre Noroeste.

 

 

 

 

 

 

Torre Noreste.