Junto a la carretera de Creciente, a unos 5 km al Este de la capital municipal. Queda en el interior de una gran finca destinada al cultivo de la viña (Bodegas Marqués de Vizhoja), pero su cercanía a la carretera permite observarlo con claridad.
Muy buen estado. Se realizan visitas a los viñedos y a la bodega, pero el pazo no es visitable.
El Pazo Moreira fue elegido como mejor rincón y paisaje enoturístico en los V Premios de Enoturismo Rutas del Vino de España, convocados por la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevín).


Pazo fortificado con una torre de grandes dimensiones con potente carácter militar. La torre es de planta rectangular (7 x 8’5 m) y almenada, y dos garitones en dos de sus esquinas. El edificio en sí cuenta con dos plantas, con fábrica de sillería y mampostería enfoscada, pintada y encintada. Cuenta con capilla, palomar, fuente y un gran jardín centenario de tipo romántico con un mirador sobre el río Miño.
Se sabe con certeza que bajo uno de los garitones de vigilancia, existía un pasadizo secreto que supuestamente llegaba hasta el río. Y se sabe con certeza, porque su propietario Mariano Peláez lo tapió. El pasadizo tiene su lógica, puesto que los hidalgos del Pazo Moreira poseían una barca que cruzaba hacia Portugal. En caso de peligro o ataque podían escapar con seguridad.

Edificio del siglo XVIII. Se vió involucrado en enfrentamientos contra los franceses durante la Guerra de la Independencia. En 1809 los campesinos presentaron batalla a los franceses en el puente de Mourentán, resistiendo un día, pero no pudieron evitar que al día siguiente los franceses asaltaran la parroquia y quemaran el Pazo Moreira.