Casa Grande de la Almuiña

 

 

 

Vista frontal  del pazo. En su esquina conserva un curioso garitón.

Localizado muy cerca de la carretera de Portugal, en el camino que lleva al puente románico. Hay carteles indicativos, pues el pazo funciona como establecimiento rural. Su posición está en medio de una gran finca dedicada al cultivo de la uva albariño, sobre una prominencia que lo hace resaltar por encima del paisaje. Desde él se disfrutan de unas impresionantes vistas sobre el río Miño y Portugal y las montañas de San Fins.

Perfecto estado. Ha sido rehabilitado con gran acierto y decorado con sumo gusto.

 

 

 

Vista lateral.

Detalle de uno de los garitones, en los que se abren dos aspilleras.

 

 

 

 

Pazo fortificado. Como elementos defensivos nos encontramos con dos curiosos garitones situados en las esquinas opuestas, cubiertos con una cúpula de estilo modernista. Cada uno de ellos cuenta con dos aspilleras que cubren las fachadas lateralmente. Aparte de sus bodegas, destacan sus particulares hórreos destinados al secado de la lamprea, únicos en la comarca.

Pazo del siglo XVII. En un dintel de la puerta interior de la Casa Grande está grabada la inscripción “JACINTO ESTÉVEZ DE PUGA 1675”. Después de pasar por diversas vicisitudes a lo largo de los siglos, en el siglo XIX, sufrió una importante reforma, como galerías, cristaleras, cúpula y otros elementos de estilo modernista. En el año 2002, se reformó para destinarlo a establecimiento hotelero.

En la esquina opuesta existe otro garitón.