Palacio de los Barones de Andilla

En la plaza de la aldea llamada Torre Alta. Exteriormente es un edificio no demasiado vistoso, aunque funciona como vivienda.

El imponente edificio que es esta casa solariega consta de dos partes bien diferenciadas: la casa y la torre. La casa presenta una sencilla portada con arco de medio punto de piedra, con numerosos vanos en su fachada de dos pisos, algunos abiertos con bastante posterioridad a su construcción. Pero el elemento más interesante es la torre, robusta y voluminosa, y que sobresale en altura sobre el resto de edificaciones y que dio nombre al lugar. Se trata de una construcción de planta rectangular, con gruesos muros de ladrillo, cuatro pisos o niveles y con claras funciones defensivas. El último piso conserva los restos de las vigas del cadalso corrido de madera que circundaba la torre y que hoy está completamente perdido. Parece que conserva vestigios de almenas y que sobre ellas se ha levantado un tejado a cuatro aguas. Su interior debe estar muy transformado pues es propiedad particular utilizada como vivienda.

Aunque todas las tierras del Rincón de Ademuz fueron, desde el siglo XIII, dominio de la Corona, hubo, sin embargo, dos excepciones. Los pequeños señoríos de Torrealta y Torrebaja. Parece que fueron sendas donaciones del rey.  Torrealta se configuró enajenando una minúscula parte del término de Ademuz que se donó a los Garcés de Marcilla, barones de Andilla. Torre Alta es la antigua Torre Somera del medievo. En 1841 se ordenó la disolución de todos los ayuntamientos de menos de 30 vecinos, por lo que Torre Alta pasó a integrarse en Torrebaja. Con la Desamortización de Mendizábal, el edificio fue enajenado, adquiriéndolo varios vecinos hasta hoy día, que permanece en manos privadas de varios propietarios.