
Los dos extremos de la cerca se unían en el castillo tras rodear la población. Los principales restos, por no decir los únicos se encuentran en la Ronda de las Murallas, al Norte del castillo. Pero continuaban por las calles del Pare Pere y Marqués del Campo.
A excepción del tramo antes comentado, que ha sido restaurado hace pocos años, el resto ha desaparecido. Puntualmente, al realizar obras, aparecen en las calles restos de la muralla, pero hasta ahora siempre han vuelto a taparse. Han aparecido restos en la c/ Marqués del Campo nº 23 y en el solar de los Hermanos Maristas. Se corresponde a un lienzo de piedra caliza y mortero de arcilla y cal. Los paramentos externos e internos están reforzados con piedras dispuestas en hileras horizontales y cubiertos con un fuerte enlucido de mortero de cal. Tiene una anchura el muro de 1’40 m. y está cimentado en un denso estrato de arena de playa. Estos tramos no son visibles en la actualidad. Se ignora la conservación en los tramos de levante, incluidos entre edificaciones.

Lienzo ubicado en la Ronda de las Murallas. Conserva cinco cubos semicirculares. En diferente color se aprecian los sectores reconstruídos.


Calles situadas en las cercanías del convento del Loreto.


Por las características que se observan en los distintos elementos, que configuran las murallas, se trata de tramos cuyo origen se sitúa en la época medieval, tanto musulmana como cristiana, con reformas y transformaciones posteriores hasta la pérdida de uso.
Madoz en su diccionario geográfico se refiere a las murallas de la siguiente forma: “Aunque construidas las murallas de esta ciudad en distintas épocas, y antes de perfeccionarse el arte de fortificación, sin foso ni obras exteriores, tienen sin embargo bastante elevación lo mismo que sus parapetos, a trechos aspilleras y a trechos banquetas. En vez de los modernos baluartes, hay torreones circulares colocados a corta distancia entre sí, unos con dos y otros con tres troneras, cuyas explanadas son de sólida fábrica”. Tal como describe Madoz la muralla existente presenta largos tramos rectos, cuyas cortinas en la cara exterior tienen cubos de planta circular, de los que en la actualidad se conservan cinco. El espesor supera los dos metros de sección. Presenta en las caras externas fábrica de mampostería irregular, unida con mortero de cal que alcanza gran dureza. La mayor parte de su adarbe es lo suficiente amplio para que puedan caminar por él seis u ocho personas de frente. El tramo que discurre por la cota inferior tiene una altura de unos diez o doce metros, conserva el camino de ronda, que se interrumpe y eleva en el encuentro con cada una de las torres. Contaba con dos puertas, una al Oeste llamada de Tierra o de Valencia, y la otra en el frente opuesto, llamada Puerta del Mar, ambas precedidas por un tambor cerrado con otra puerta.

Los orígenes de la fortificación son musulmanes del siglo XI, fue entonces cuando quedó delimitado el perímetro que se ha conservado hasta la actualidad.