Murallas de Cañete

Parte de ambos extremos del castillo para descender el abrupto cerro de Cañete y abrazar a la población, aprovechando en lo posible los fuertes desniveles, las crestas rocosas y el cauce del río de la Virgen como elementos topográficos de apoyo de sus defensas.

Se encuentra conservada por completo, aunque en algunos lugares el crecimiento urbano la ha embutido dentro de otras edificaciones. Tan solo se ha derribado en cuatro puntos para abrir cuatro calles. En el año 2019 se repararon algunos sectores dañados y varias de sus puertas.

 

 

 

La muralla comienza en el extremo Sureste del castillo. En ese mismo punto ya inicia el vertiginoso descenso en zig-zag por lo escabroso del terreno.

 

 

 

Extremo Sureste del castillo y comienzo de la muralla urbana.

Los muros descienden hasta encontrarse con la Puerta de la Virgen.

PUERTA DE LA VIRGEN: Es la puerta Sur de la muralla y facilitaba el acceso a las vegas del Oeste de la población, al otro lado del cerro del castillo, así como a los caminos montanos y veredas ganaderas que se dirigían a la cuenca alta del río Guadazaón. Toma su nombre de la inmediata ermita de la Virgen de la Zarza, situada junto al lugar en el que la tradición ubica la milagrosa aparición de la patrona de Cañete entre los siglos XIII y XIV. A diferencia de las otras dos entradas principales, la Puerta de la Virgen es de estructura mucho más simple. La Puerta de la Virgen es de acceso directo, perforada directamente en el muro. A causa de su simplicidad la datación de la Puerta de la Virgen ha suscitado tradicionalmente algunas dudas. Está defendida por un marcado resalte de la muralla a la izquierda y un muro saledizo a la derecha, a la manera de extraño cubo. Sobre este muro, una vez olvidada su función militar, se levantó la espadaña de la primitiva ermita de la Virgen. La puerta, de dimensiones modestas (2,5 m. de ancho por 4 m. de altura en la clave del arco), se cerraba con dos portones de doble hoja, a exterior e interior, cuyas quicialeras para los ejes aún se conservan. Su estado era malo a causa del arrancado de piezas en las jambas y arcos para facilitar el tránsito rodado hasta la reparación del año 2019.

 

 

 

Año 2012.

 

 

 

Año 2021.

Año 2012.

Año 2021.

Obra musulmana del siglo X, tuvo varias reformas tras la anexión castellana de la población, acaso en el mismo siglo XII o comienzos del XIII.  Por otro lado, todas las calles de la mitad Sur del casco urbano de Cañete confluyen de manera inequívoca hacia la puerta, que es al menos tan antigua como el urbanismo actual de la villa. Se cree que la Puerta de la Virgen fue una pequeña poterna islámica comparable a la Puerta del Rey. Tras la repoblación cristiana sería ampliada dada la alta funcionalidad que presentaba, pues su uso significa ahorros muy considerables de tiempo con respecto a la Puerta de las Eras y otros accesos. La reforma y posible ampliación supuso la desaparición parcial o total de jambas, arcos y decoración musulmana, sustituidos por un doble arco de medio punto (desapareció el interior siendo reconstruído en la actualidad) con bóveda intermedia de cañón en el grosor del muro, todos ellos esculpidos en la blanda piedra toba del lugar, con una calidad mediocre y probablemente aprovechando piedras del acceso musulmán. La única decoración es la moldura sobre el trasdós del arco, que ha servido tradicionalmente para datar la puerta como románica, aunque el perfil del baquetón no responde a ninguno de los modelos característicos del románico de Cuenca (puntas de diamante, ovas, caireles…).  La puerta ha conservado una inscripción casi ilegible en el sillar superior de la jamba derecha.

La muralla musulmana de Cañete es sin duda el recinto amurallado más destacable de la provincia de Cuenca y uno de los mejores ejemplos de fortificación musulmana de España. La muralla es obra islámica de mediados del siglo X, momento de apogeo del Califato de Córdoba. Fue construida de una sola vez y según un diseño unitario, por lo que ofrece una completa homogeneidad. Es una obra magnífica, que delimita un espacio muy amplio. Prueba de ello es que el Cañete histórico siempre ha tenido espacio de sobra en el espacio intramuros, y sólo en su expansión moderna ha sobrepasado la vieja muralla. Presenta tres puertas principales (de la Virgen, de las Eras y de San Bartolomé) y un postigo (del Rey). Lo más interesante de estas murallas es su planta en forma de dientes de sierra, dibujando triángulos rectángulos de unos 20 x 2 m. En la parte llana septentrional es donde se pueden admirar en toda su integridad y, por fortuna, sin ninguna casa adosada. Este perfil quebrado permitía la defensa de flanqueo sin recurrir a cubos o torres, de los que la muralla carece. Sólo en cada giro brusco del muro, se levantan cuatro cubos circulares, que parecen añadidos cristianos posteriores a la conquista de la población. La muralla cuenta con unos cinco metros de altura y unos dos de grosor, con aparejo de mampostería bien cuidada. Ha perdido casi por completo el adarve y el pretil, que debía contar con almenas y merlones sencillos. En la provincia de Cuenca se la relaciona directamente con la muralla de Uclés, completamente contemporánea y tan parecida que se diría obra del mismo desconocido constructor.

En la parte meridional, el cauce encajonado de un riachuelo sirve de foso natural a la muralla. En el resto, el trazado es más convencional, aunque también aprovecha desniveles naturales. Este sector es el más maltrecho, pues las casas construídas intramuros han abierto numerosos huecos y ventanas en el muro.

 

 

 

 

Entre los siglos XII o XIII se edificó la iglesia aprovechando los tramos de la muralla situados en la esquina Sureste del recinto. No obstante, casi toda la obra actual de la iglesia pertenece a los siglos XVII-XVIII.

 

Esquina Sureste del recinto amurallado, donde aparece el primero de los cuatro cubos circulares. Limita la cerca en este punto con un riachuelo por el Sur y con el camino de Cuenca por el Este.

Lienzo Este, muy alterado al haber sido utilizado como vivienda. Se han abierto puertas y ventanas en él.

 

 

Segundo cubo, parcialmente oculto por casas modernas, situado en el extremo Este del recinto y muy cercano a la Puerta de las Eras.

PUERTA DE LAS ERAS: Fue el principal de los accesos musulmanes de Cañete. Abierta al Este del perímetro fortificado daba paso a la vega del río Mayor y al viejo camino hacia Teruel y Albarracín, quizás antigua calzada romana y ruta medieval de primer orden. Fue la más importante y es la más notable arquitectónicamente. Está trazada en ángulo recto a la contigua muralla, siendo una masa prismática de bastante altura y largo paso abovedado de unos 12 m. de longitud por 4 de anchura. Esta bóveda es bastante alta y de medio cañón, pero reforzada en su intradós por dos arcos fajones de sillares, uno semicircular, pero el otro de perfecta herradura, con dobles portones y rastrillo levadizo. La fachada exterior de la puerta está adornada por arquivolta de piedras adoveladas en dos arcos concéntricos, de tradición románica y, por tanto, posterior a la reconquista. En el interior del pasadizo arranca también una empinada escalera embutida en el muro, cubierta por grandes y toscas losas de sillar, que daba acceso a la desaparecida sala de guardia superior. Desde ella, al igual que en la Puerta de San Bartolomé, se daría acceso a los adarves. 

Exterior de la Puerta de las Eras, una vez restaurada y liberada de los huertos y cercas que la encerraban.

Año 2012.

Año 2021.

En el año 2012 era casi imposible tener una vista de ella desde el exterior al haber quedado encerrada en unos huertos interiores, pero en 2019 se restauró y se abrió camino entre los huertos. Aunque la parte superior de la torre de las Eras ha sido desmochada, quizás tendría en sus orígenes una altura entre 16 y 20 metros (en la actualidad cuenta con algo más de 12) y contaría con sala de guardia y, sobre ella, el nivel de almenas. Todo el conjunto completo debía ofrecer una imagen soberbia. Perdida su función militar, la progresiva ruina, los expolios sufridos tradicionalmente para reaprovechamiento de sus materiales y el urbanismo agresivo de los dos últimos siglos han desvirtuado completamente lo que fue formidable bastión islámico. Con el paso del tiempo la estructura sufrió reformas funcionales, como la sustitución del arco interior (sin duda de herradura y más estrecho), por un arco rebajado de amplio vuelo. Hoy en día, debido a los cambios urbanísticos, la torre está empotrada en edificios modernos. Hace unos años fue parcialmente restaurada, rehaciendo alguno de los arcos de herradura. Y como ya hemos indicado, en 2019 se restauró al completo.

 

 

 

Acceso al cuerpo de guardia, ubicado en el interior de la puerta, en 2012 y 2021.

Los lienzos presentan tramos que oscilan entre 20 y 29 m. Con paramentos, tanto al exterior como al interior que alternan hiladas y piezas a tizón, sin un orden claramente establecido. El relleno interior está compuesto de mampuestos de menor tamaño trabados con mortero de arena, cal y guijarros, que pueden definirse en hiladas perfectas, claramente perceptibles en las zonas que estaban derruídas o en los cortes del muro en algunas calles.

Sector de muralla situado al Este, en un lugar donde existe un paseo junto a ella. Mostramos algunas fotografías del año 2012 para apreciar su mal estado. Y otras del 2021 para comparar las obras realizadas.

Sector con cuatro aspilleras.

Aquí el lienzo fue cortado para abrir una calle. Se ha hecho lo mismo en otros tres puntos. Al fondo se ve el cubo del extremo Noreste.

Cubo Noreste.

Sector situado al Noreste, junto a la carretera de Valdemeca. Es el mejor conservado pues fue restaurado entre 1980 y 1984. Está libre de construcciones adosadas por lo que brilla con toda magnificencia. Causa asombro su grandiosidad, imaginando además, toda la cerca completa igual.

 

Cubo Norte y, junto a él, otro trozo derribado para abrir otra calle.

 

 

 

Y hasta aquí llegó la restauración de los años 80. Al final se ve la Puerta de San Bartolomé y, al fondo, el castillo.

 

 

 

El mismo sector anterior tras la recuperación de 2019.

 

 

 

 

 

 

 

 

La restauración también ha llegado a su parte interna.

PUERTA DE SAN BARTOLOMÉ: Es, junto con la Puerta de las Eras, una de las dos entradas acodadas a la villa, contemporánea de su vecina. En este caso, bajo sus arcos arrancaba el camino que partía hacia el Norte, hacia los castillos de Huélamo, Beteta, Albarracín y todas las pequeñas poblaciones de la Serranía Alta. Como es típico en las grandes entradas musulmanas presenta codo sencillo, cerrado con dos puertas en los extremos y un rastrillo en el eje de simetría, pero la puerta no está en la cara exterior del torreón, como es lo más frecuente, sino en una cara lateral, pues el torreón avanza bastante en planta (9 x 8 m) de la línea general de la muralla. Dentro del codo, una estrecha y empinada escalera permite el acceso a la sala de guardia (en 2012 casi completamente derruida y recuperada ahora), desde la cual se accionaba el mecanismo del rastrillo y se accedía al adarve de la muralla. Frente al arco de ingreso la muralla forma de nuevo, como en la Puerta de las Eras, un resalte muy marcado de tal forma que los defensores pudiesen batir con ventaja a todo aquel atacante que intentase aproximarse al acceso con máquinas de asalto.  Todo el esquema de la Puerta de San Bartolomé es muy similar al de Puerta de las Eras, aunque más simplificado y de menor tamaño. La fortaleza del conjunto, no obstante, es indiscutible. La puerta hasta hace pocos años estaba en un estado lamentable, desaparecidos gran parte de sus sillares. La restauración de los años ochenta le devolvió su primitiva fisonomía, aunque quedaba por recomponer el piso superior, cosa que se ha llevado a cabo en 2019. El nombre (por supuesto muy posterior a la construcción) alude a la desaparecida ermita de San Bartolomé, que estaba inmediata a la puerta y que fue una de las seis ermitas con las que contó la villa.

 

 

 

Año 2012.

 

 

 

Año 2021.

Parte interna de la Puerta de San Bartolomé.

 

 

 

 

Año 2012.

 

 

 

 

 

 

 

 

Año 2021.

 

 

 

A pesar de la restauración de los ochenta, la torre, en 2012, presentaba bastante mal aspecto.

 

 

 

 

Doble arco interior situado en el ángulo o recodo. Entre ellos se deslizaba el rastrillo.

 

 

 

Lienzo previo a la Puerta de San Bartolomé.

En estas dos imágenes se aprecia el mal estado del muro. Aquí la muralla vuelve a ascender para conectar con el castillo.

 

PUERTA DEL REY: Al Norte, es la única fabricada al mismo tiempo que la muralla e integrada por completo en el lienzo. Es de reducidas dimensiones (2 m. ancho x 4 m. alto), por lo que más bien es un portillo que complementaba la defensa sobre los atacantes a la Puerta de San Bartolomé, muy cercana. Es la única sin reparaciones todavía.