Rodeaban la colina del castillo a un nivel más bajo, ocupando por ello mayor superficie y encerrando las viviendas de la población.
Prácticamente desaparecidas, ocurre lo mismo que con el castillo. Los vestigios, mimetizados con el caserío son escasos y difíciles de distinguir a simple vista. No obstante queda uno de sus portales.


Portal de San Marco. En el momento de nuestra visita (julio de 2011) le faltaban las jambas, pero en 2022 se aprobó un proyecto para reconstruirlas.

La muralla fue levantada en el siglo XIII por el obispo de Vich. Luego fue reformada entre los siglos XV y XVI. Con el tiempo se le adosaron casas y se derribaron sectores.
En 1246, el obispo de Vich, Bernat de Mur, permutaba con el rey Jaime I los alodios del reino de Valencia por los castillos de Sallent y Castellnou de Bagés. Estos debieron ser escogidos con la intención de formar la baronía de Artés, Sallent y Castellnou. Dicha baronía fue gobernada hasta el siglo XV por un alcalde general que tenía jurisdicción en los tres términos en el mismo tiempo. Por encima del alcalde, el obispo nombraba a un procurador general de las baronías que era el encargado de supervisar su buen gobierno. La peste negra del año 1348 y la carestía de los años 1375-76 provocaron la disminución del número de masías y el abandono del casco urbano. Los pocos que quedaron desaparecieron después de la guerra civil entre la Generalidad y el rey Juan II (1462-72). La gran expansión urbana se produjo a mediados del siglo XVI. Fue a raíz de la recuperación del núcleo de población cuando Artés pudo recibir de los obispos de Vich un privilegio para nombrar a los representantes de las familias del término. Ni de la forma de regirse ni de sus atribuciones se sabe sino que los cargos eran anuales y que reunía a los hombres de las parroquias de Artés y de Horta. La separación de esta última población no se produjo antes de los años 1630-39. También se ha comprobado que Artés tenía las prisiones que servían para toda la baronía.

Casa del Torrero (del Torretà en catalán). Era el lugar en que vivía el encargado de las murallas, de abrir y cerrar las puertas a las hora estipuladas. Parece una antigua torre que defendiera una de sus puertas, pues en su pared oriental se adosa el portal de San Marco. Actualmente es una vivienda, con planta baja y tres pisos, cubierta con taja árabe y portal de medio punto adovelado.