Masía de las Torres

A un par de kilómetros al Sur del pueblo, muy cercana a la carretera de Sallent, sobre un ligero altozano en medio de una gran llanura.

Su estado es magnífico. Está restaurada con acierto en el siglo XIX, es de propiedad privada y su acceso está restringido.

Masía agropecuaria de enormes dimensiones, fortificada con dos torres. El edificio original constaba de una larga nave rectangular, usada modernamente como lagar y bodega, a la que se adosó una torre semicircular hacia su lado Noreste. En el extremo opuesto se conserva parte de la base de otra torre circular exenta de mayores dimensiones. Cuenta con una puerta abierta en el muro Norte y dos hacia el Sur. El aparejo se compone de bloques de pequeñas dimensiones, simplemente desbastados y dispuestos en hiladas horizontales. La torre Noreste tiene planta semicircular de 2,5 m de diámetro en su interior. Debió carecer de ventanas, aunque presenta un gran vano moderno. Toda la estructura se encuentra muy modificada por lo que resulta difícil conocer la distribución original. Su fábrica es la mampostería con hiladas irregulares, aunque en la base son de mayor tamaño. La torre exenta tiene un aparejo muy similar, levantada a 3 m del muro de la casa, conserva un pequeño paño de 7 m de altura que atestigua una estructura de importantes dimensiones. Tiene un diámetro externo de 8 m. Un grupo de sarcófagos de diferentes épocas han sido reutilizados como jardineras en la terraza de la entrada.

Tiene constancia documental desde 1287, cuando el obispo de Vich adquirió un pago conocido como “les Torres” del castillo de Artés. En 1309 Berenguer de Saguardia, obispo de Vich, compró a Bernat de Fals un lugar denominado las Torres de Artés, con su fortaleza, propiedades y derechos, estableciendo allí a los Torra de Pont de Cabrianes, cuyos descendientes renovaron periódicamente el contrato.