Conserva varios tramos de su muralla urbana, pero bastante ocultos por viviendas modernas, lo que los hacen bastante complicados de observar. Están construídas en tapial sobre un zócalo de mampostería. Tuvo cuatro puertas, de las que han quedado tres, Puerta de la Villa o de San Antón, Puerta de la Judería y Arco del Trinquete. Aunque este último está alejado del perímetro de la muralla y no parece formar parte de ella.
Puerta de la Villa o Arco de San Antón: Toma su nombre en honor de don Antón de Luna, señor de Almonacid. Es la puerta principal de la muralla de Almonacid y se encuentra flanqueada intramuros y extramuros por sendas plazas. Hacia el exterior exhibe un arco de medio punto de ladrillo, encalado. Hacia el interior del otro arco, también de ladrillo, es apuntado, y sobre él se dispone otro arco rebajado encuadrado por balcones con derrame en el jambeado. Entre ambos se dispone un espacio cubierto con vigas de madera, sobre el que se apoya un edificio de dos plantas de carácter tradicional y balcones con derrame en el jambeado.

Puerta de la Judería: constituye el acceso septentrional al recinto de la villa. Consta de un paso con dos arcos apuntados de ladrillo, el interior encalado, entre los cuales se dispone un forjado de pares de madera. Hacia el exterior aparece sin revocar la composición constructiva del muro con una curiosa solución en el aparejo con ladrillo en la clave y la transición superior del muro de ladrillo a una franja de mampostería. Junto al arco se dispone un torreón de planta cuadrangular transformado en vivienda.


A la derecha del arco, encalado, asoma parte del torreón.

Arcos del Trinquete: Conjunto de dos arcos apuntados de finales de la Edad media y la correspondiente bóveda de cañón apuntada entre ellos. Se integran en la base de un torreón de mampostería de planta cuadrada, muy macizo. El arco interno está realizado en mampostería rematada en ladrillo, con alero de madera y teja árabe. Su parte superior era utilizada como calabozo. Todavía se pueden ver en su parte trasera las rejas que cerraban los ventanucos de las celdas. Este portal está descentrado con respecto al perímetro de la muralla urbana, por lo que se cree que era la entrada al barrio de la morería.