Largo lienzo de la muralla visto desde intramuros, desde la c/Eras Altas.
Muralla contruída por los bereberes en el siglo XI. Tenían un perímetro de 1.650 m que rodeaban una superficie de 17 Ha. Discurrían por las actuales calles de Extramuros, Agustina de Aragón, Lirio, San Nicolás, Diseminados y avenida de la Constitución. Tuvo cuatro puertas que se convirtieron en portales dedicados a santos tras la conquista cristiana. Tenían una altura de 6’5 m y una anchura de 1’85 m. Están constituídas por tres tongadas de tapial calicostrado sobre una base de mampostería de gran tamaño.
El resto más significativo, por no decir el único, de la antigua muralla que se conserva hoy día, es un largo muro en mal estado que discurre como medianera entre las casas de la c/Extramuros al Norte, y las de la c/Eras Altas, por el Sur. Es decir, cada tramo de muro, se puede ver por alguna de esas dos calles, o por las dos a la vez si las viviendas son de escasa altura.
Ante la habitual desidia de las autoridades, un grupo de vecinos, por cuenta propia, ha sacado a la luz un tramo de 12 metros tras comprar y derribar un viejo almacén que lo ocultaba en parte. Esperemos que cunda el ejemplo puesto que hay otras construcciones semiruinosas adosadas a la muralla que podrían eliminarse y liberar un gran sector de ella.
El mismo lienzo anterior visto desde extramuros, gracias al derribo por parte de unos vecinos de un viejo almacén.
Diversas muestras de la muralla asomando entre construcciones modernas.
De las cuatro puertas no ha quedado nada. No obstante, se pueden observar imágenes de santos en los lugares que ocupaban algunos de estos portales de la muralla.
El Portal de la Purísima o de Fuendetodos se situaba al Norte, dando salida hacia el camino de Zaragoza. Fue derribado en la década de los sesenta del siglo XX para permitir el paso de los tractores agrícolas.
El Portal del Buen Suceso o del Barrio Bajo se localizaba al Este, al final de la c/Mayor. Fue derribado por los mismos motivos y al mismo tiempo que el anterior.
El Portal de San Nicolás fue derribado en el siglo XVIII.
El Portal de San Miguel, situado junto a la cabecera de la iglesia y la antigua posada, se derribó durante la guerra civil para dar paso a los camiones del ejército nacional.