Perdida en lo más intrincado de la sierra, a unos nueve kilómetros al Sur del pueblo. Se puede llegar hasta ella por una pista forestal bastante buena utilizada por los cazadores de jabalís, que son los que la mantienen en buen estado. Desde ella se domina un dilatadísimo campo visual. Incluso un amplio sector de la costa castellonense.
Muy mal estado. Es una pura ruina.
Masía fortificada de la que no queda ningún elemento defensivo. Su gran lejanía con algún punto habitado próximo debió decidir a sus habitantes la construcción de la nombrada torreta de la que nada queda, con el objeto de autodefenderse de bandidos y salteadores.