La Bastida de les Alcuses

Reconstrucción hipotética de la puerta Oeste. Debajo, aspecto actual de la misma actualmente.

En la cumbre de la Lloma de la Bastida, a 714 m. de altura, con inmejorable dominio visual de toda la zona circundante, incluído el valle del río Cañoles. Se sitúa a unos 12 km. del pueblo, junto a la carretera de Fontanares. Existen rótulos indicativos.

Para lo que es habitual en poblados ibéricos, su estado es bastante bueno.

 

 

 

 

Interior de la puerta Oeste.

Puerta Oeste: daba paso a la calle principal de la ciudad. Era una entrada cubierta con dos pares de bancos en los muros laterales en relación con el control de paso de personas y mercancías. Cuatro batientes de madera cerraban en los topes de piedra que se conservan sobre el pavimento. La parte superior de la puerta y de la muralla eran accesibles mediante escaleras de piedra y madera.

 

 

 

Una de las torres.

Gran poblado, o más bien ciudad, de cultura ibérica. Presenta una longitud de 650 m. y una anchura de 150, ocupando una superficie de 8 Ha. Está rodeado por una fuerte muralla de 1.200 m. con torres en los extremos Este y Oeste, los más accesibles, y cuatro puertas, una en cada frente. La muralla estaba formada por una potente base de piedras sobre las que se alzaba un muro de adobe. Existe un espacio al Oeste, delimitado por un muro de 2 m. de grosor, que quedó sin terminar, y en el que no quedan restos de viviendas. Se cree que las murallas debían de tener unos 7-8 m. de altura. Una construcción realizada con grandes bloques de piedra delimita un espacio sin viviendas en el extremo Oeste, ante las puertas occidentales. Parece tratarse de una estructura inacabada que formaría parte del sistema defensivo. En las excavaciones realizadas en el interior se ha descubierto un urbanismo muy avanzado, con un camino-eje principal del cual salen caminos secundarios y dos caminos de ronda que siguen la muralla por la parte interior. Las casas se organizaban en manzanas y hasta ahora, se han excavado 245 de ellas. Se calcula que debió albergar una población de 1000-1200 habitantes. Existen tantas incógnitas sobre esta ciudad que, incluso se desconoce su nombre original.

 

 

 

Figuración de la ciudad ibérica.

 

 

Puerta Sur. Era una entrada cubierta con forma de torre, apta para carros. Cuenta con bancos laterales. Durante las excavaciones se recuperaron las pletinas de hierro que remachaban los tablones de madera de la puerta. En un momento dado de la antigüedad, esta puerta fue tapiada.

 

 

Puerta Norte. Era una entrada cubierta con forma de torre apta para carros, y también cuenta con bancos laterales. El sistema de cierre consistía en dos batientes que giraban sobre sus quicialeras. Y también fue tapiada.

 

 

 

Detalle del paramento.

Debió comenzar su vida alrededor del siglo V a.C. siendo destruída violentamente bastante pronto, en torno al 330 a.C. seguramente por tribus ibéricas rivales. Fue descubierto por Luís Tortosa en 1909 y excavado ese mismo año por Ballester Tormo. Entre 1928 y 1931 se realizaron cuatro campañas excavatorias por Luís Pericot y Domingo Fletcher, en las cuales se descubrieron una tablilla de plomo de 180 x 40 mm. con 245 signos ibéricos escritos, y el famosísimo “Guerrer de Moixent”, de 7 cm.