Garamoixent visto desde el Corral de Saus, junto a la autovía.
A unos 8 km. del pueblo, en la cima de un escarpado cerro perteneciente a la Sierra de Enguera, dominando el paso por el valle del río Cañoles. Su posición es excelente, manteniendo contacto visual con el castillo de Mogente y el poblado ibérico de la Bastida de les Alcuses. Se encuentra muy cerca de la autovía, pero encontrar la forma de llegar a él es bastante complicado. Entre la autovía, las vías del AVE y del ferrocarril y la carretera nacional hay un laberinto de caminos que marean al más pintado. Hay que comenzar desde la necrópolis ibérica del Corral de Saus.
Muy mal estado. A punto de desaparecer.
Restos de la torre del acceso y hueco excavado en la roca para apoyar postes o, quizá, el quicio de una puerta.
Debió comenzar siendo una fortificación ibérica, pues a sus pies se encuentra la necrópolis ibérica antes citada, y en uno de los barrancos que lo rodean se encontró el llamado Tesoro de Moixent, compuesto por monedas ibéricas de oro. Todo esto, unido a su cercanía a la Bastida, enfrente uno del otro a cada lado del valle, dominando con claridad el histórico paso del interior hacia la costa. Los restos actuales visibles son musulmanes y se encuentran en una amplia muela o meseta rocosa, algo alargada, de 3’25 Ha. Es totalmente inaccesible por todos sus lados, pues presentan paredes verticales, excepto por un estrecho pasillo al Sureste. Es, desde luego, un lugar natural extraordinariamente abrupto y excelente para las funciones defensivas. En el único lugar donde se puede acceder al recinto quedan los restos de una torre cuadrangular de mampostería. Todo el lugar es pródigo en fragmentos de cerámica en superficie. Y en la parte superior queda un muro de mampostería que parece pertenecer a un aljibe y un montón de piedras pertenecientes a una torre de planta cuadrada, como atestiguan sus cimientos.
Basamentos de la torre mayor situada en la zona más elevada del recinto.