En la carretera nacional que cruza Borja, a la entrada viniendo desde Zaragoza. También es llamado Hospital de Sancti Spiritus.
Restaurado, hoy es una residencia de ancianos.

Debajo del alero hay una línea de aspilleras. Y junto a la acera, en la sombra, la otra.
Placa que estuvo situada en el convento y ahora yace depositada en el Centro de Estudios Borjanos.

Fundado en 1622 por iniciativa de Juan de Pradilla, un acaudalado ciudadano de Borja que se hizo cargo del gasto. Durante la Guerra de Sucesión, fue convertido en baluarte de la defensa de la ciudad. Allí 50 voluntarios al mando del capitán don Benito Navarro de Egui y San Gil, hicieron frente a las tropas austracistas en el mes de octubre de 1706. Durante la Guerra de Independencia fue nuevamente convertido en fuerte por las tropas francesas, que en 1813 tras una heroica resistencia acabaron rindiéndose. Una vez finalizada la guerra los capuchinos volvieron al convento, pero en 1835 la Desamortización, los obligó a marcharse definitivamente.
Al ser abandonado y dado que ya había sido utilizado durante mucho tiempo con ese fin, se pensó destinarlo a fuerte militar. De aquella época tumultuosa han quedado elementos en el edificio. Aspilleras en dos niveles, a nivel del suelo y cerca del alero en el muro Noreste, el que da a la carretera.
En el año 1.868 se trasladó a este edificio el Hospital “Sancti Spiritus”, una institución benéfica que todavía subsiste, y que actualmente cumple con la función de residencia de ancianos.

