
Cubo Noreste.
Sus restos se encuentran pasado el río Manzanares, junto al cementerio viejo, a 400 metros del anterior, sobre otra colina. Y también en el interior del casco urbano. Son perfectamente visibles los dos por encima de las casas.
Muy mal estado. Tan solo quedan sus muros perimetrales con escasa altura.
Cubo Noroeste.

Es una característica edificación cristiana del siglo XIII, de las levantadas para proteger una puebla. Es de planta cuadrada, con torres redondas en tres de sus ángulos y una cuadrada, la del Homenaje, en el restante. Sus cubos circulares constituyen una obra mudéjar a base de mampuestos gruesos de piedra granítica y encintado de ladrillos cada tres o cuatro hiladas de piedra. Fue intencionadamente destruído por sus propietarios al construir el nuevo, sirviendo de cantera. Sin embargo se conservan sus restos junto al cementerio, pudiendo apreciarse su estructura completa, con una altura máxima de unos cinco metros, al Sureste, donde está lo mejor que nos queda, aunque lo conservado sea la parte maciza de la construcción. Es una fortaleza relativamente pobre, con muros de escaso grosor, que no debió tener muchas posibilidades de defensa, pareciendo casi una casa-fuerte o fortaleza señorial secundaria. Su torre del Homenaje, tal vez una edificación más antigua, con muros de mayor grosor, conserva una saetera. La entrada estaba situada junto a la torre del Homenaje y en el interior había construcciones, tal vez de madera, en torno al cuadrado patio de armas.


Cubo Suroeste.
Lienzo Este.

No existen datos de su fundación, pero se cree que, en torno al siglo XIII, debió existir algún tipo de fortaleza en el lugar, o al menos, una torre indicadora del dominio. Es citado por primera vez a mediados del siglo XIV, cuando Alfonso XI pide carpinteros para los dos palacios de Manzanares. En 1383, el rey Juan I donó estas tierras a la familia Mendoza. En 1445, el rey Juan II nombró conde de El Real de Manzanares al célebre don Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, uno de los nobles más poderosos de su tiempo e insigne escritor, quién habitó en algunas ocasiones la vieja fortaleza. Sí consta que fue habitado por la familia Mendoza, aunque al comenzar las obras del castillo nuevo en 1475, la vieja fortaleza fue condenada al olvido.

Torre del Homenaje.


Entre los escombros y la vegetación, la saetera.