Castillo-Palacio de Ambel

Fachada meridional, con la entrada al palacio, la Torre de Monserrat, la iglesia, la torre transformada en campanario y el palacio adosado en el siglo XVII.

Se sitúa en un extremo del caserío, a su mismo nivel, adosado a la iglesia parroquial.

Mal estado. Aunque no está abandonado, las grietas son numerosas y de grandes proporciones; la caída de cascotes, constante; y con numerosas goteras y problemas estructurales.

Imagen septentrional.

Castillo palacio, antigua casa conventual de las órdenes militares. Ha sido construido, reformado y alterado desde el siglo XII hasta el XIX por lo que presenta una mezcla de estilos de todas  clases. Actualmente, presenta un aspecto poco defensivo, ya que fue transformado en “edificio civil”, en el siglo XVI. Aunque no se encuentra en buen estado, todavía es una de las más importantes residencias de la Órdenes Militares, de todo Aragón.  Actualmente ofrece el aspecto de un alcázar torreado, de planta trapezoidal, organizado en cuatro alas alrededor de un patio central, una de las cuales es residencial y el resto estaban ocupadas por graneros, almacenes, establos y otras dependencias relacionadas con las labores agrícolas. Con cuatro torres en sus cuatro ángulos. Las torres, de planta cuadrangular, sobresalen en los ángulos y, casi con seguridad, estuvieron almenadas.

 

 

 

Entrada del palacio.

 

 

 

Nuevo pabellón construido en el siglo XVII.

Torre de Monserrate.

La fachada principal corresponde al muro meridional de la iglesia, con dos plantas de galerías de arcos rebajados, en doble número la de arriba. Este sector meridional parece el más antiguo, ocupado íntegramente por la iglesia. La torre oriental es la más antigua, maciza y alterada por la adición de un campanario barroco. La torre occidental es la más bella y airosa de todas, dividida en dos cuerpos por impostas y rematada por galerías aragonesas encima de una faja con tracerías mudéjares. Es llamada Torre de Monserrate, por el comendador que mandó su construcción en el XVI. La fachada Norte, la que mira hacia las huertas, es la que conserva más aspecto antiguo, situándose en retranqueo entre dos torres rebajadas en altura. Únicamente una galería aragonesa anima dicha sobria fachada. En su interior destaca la escalera, con barandilla labrada por finas yeserías gótico-mudéjares, del siglo XV. Hacia el siglo XVII se añadió un nuevo pabellón a la fachada occidental a continuación de la torre de Monserrate, bastante retranqueado. Aquí se abre la puerta de acceso actual, con arco semicircular, mientras que el exterior presenta la consabida galería aragonesa y un alero en nacela. En el extremo opuesto, un bonito palacio independiente adosado a la torre Sureste en el XVII, contribuye a realzar el conjunto.

 

 

 

 

Fachada Norte.

Villa y castillo ya existían en 1137. Su iglesia fue entregada a los templarios en 1146 por el obispo de Tarazona. En 1151, por mediación de Teresa de Borja, también les donó la villa y el castillo. En 1162 pasó a regirse por comendadores propios. Fue sede de los templarios hasta principios del XIV. Tras la caída de los templarios pasó a la Orden de San Juan del Hospital. Las alteraciones más importantes se produjeron en el siglo XVI, cuando el comendador Martín Pérez de Lavata transformó la zona residencial Oeste en un palacio. Los hermanos Monserrat continuaron la transformación y levantaron la Torre Suroeste, que quedó con su nombre. En el siglo siguiente, Pedro Martínez de Marcilla, levantó la entrada actual y el portalón. Entre 1795 y 1797, el comendador Vicente Soler de Cornellá, levantó la fachada principal, con sus grandes arcos. Perteneció a los Hospitalarios hasta 1836 con la Desamortización de Mendizábal, siendo vendido y pasando a manos privadas.

 

 

 

Torre Noreste.

 

 

 

 

Torre Noroeste.