El castillo visto desde el Sur, con la formidable torre del Papa Luna en primer término.
En la cima del tómbolo rocoso en el que se asienta la población. Dicho tómbolo tiene algo más de un kilómetro de perímetro. Esta pequeña península constituía un enclave estratégico con condiciones naturales excepcionales para ser fortificada. El castillo se sitúa en el extremo Noreste del peñón, a 64 m. de altura.
Muy buen estado. Existe horario de visitas regulares y sus salas son escenario de exposiciones, convenciones y actos de diversa índole.
En esta serie de fotografías se observan diversos ángulos de la entrada del castillo, con las torres que la defienden y el pequeño baluarte con su garitón.
Importante fortaleza levantada por los templarios sobre una fortificación musulmana anterior. Todo el conjunto del castillo muestra una clara unidad constructiva, alzado con un criterio muy seguro y concreto ya que fue edificado en apenas 13 años. Además de la homogeneidad de materiales y aparejo se repiten las mismas marcas de cantero en toda la obra. Toda su fábrica es de buena piedra caliza procedente de una cantera al pie de unos cerros próximos. Está tallada en sillares medianos, aparejados en hiladas isodómicas muy perfectas, tanto en muros como en bóvedas. También se utilizó en algunos lugares la mampostería. La desnudez de los muros, tanto en el exterior como en el interior de los edificios es total, lo que da un aspecto extremo de austeridad y severidad militar. El único adorno que aparece es un friso situado a la entrada de los edificios, con los escudos de la Orden del Temple y de los linajes del Maestre Provincial y el Comendador de la Casa que construyeron el castillo.
Escudo del Papa Luna. El único lugar del castillo en que se encuentra es en la entrada a la torre de su nombre.
El castillo se estructuró sobre un esquema cuadrangular, altos muros flanqueados por torres que cobijan las principales dependencias, en forma de grandes moles cúbicas organizadas alrededor de un patio. Tiene planta poligonal irregular y concentrada, de tipo montano, señorial y de gran porte, con un perímetro exterior de 230 metros. Todas sus estancias tienen planta rectangular y están cubiertas con bóvedas de cañón algo apuntadas o de medio punto, que arrancan de un cordón moldurado. Los salones principales están en los pisos superiores, son más esbeltos, la bóveda es apuntada y la imposta más elevada. Por el contrario, las estancias de los servicios son de menor altura, con bóvedas de medio punto y están situadas en la planta inferior. Las puertas y ventanas son arcos de medio punto con anchos derrames interiores, aunque hay algunas geminadas con arcos trilobulados.
La entrada está situada al Sur y la flanquean dos torres. Consiste en una rampa de anchas escaleras que salva el desnivel entre la plataforma del castillo y el recinto inferior. Franqueada la puerta de medio punto se accede a un zaguán-corredor ligeramente empinado cubierto con bóveda de cañón que distribuye la entrada a las diferentes dependencias del nivel inferior. Por la derecha da paso a las cámaras de la torre del Papa Luna y a un gran aljibe. Por la izquierda se entra en las caballerizas. Al fondo del zaguán se encuentra la puerta, entre empinadas escaleras, que conduce al patio principal en el nivel superior. El esquema de esta compleja forma de acceso equivale al ingreso en recodo de clara ascendencia musulmana.
Puerta del castillo propiamente dicho, la cual da acceso al zaguán interior.
Puerta que separa el zaguán del patio de Armas, situado en el nivel superior.
Torre del Papa Luna desde el interior del Patio de Armas. La gran altura exterior de la torre queda atenuada internamente debido a la altura del Patio de Armas. Esta torre es una de las que protegen la entrada. En su nivel inferior alberga el Cuerpo de Armas y un gran aljibe y en el nivel superior están las habitaciones del Comendador, después utilizadas por el Papa Luna, vestíbulo, biblioteca, sala de banderas, etc.
Una de las cámaras privadas del Papa Luna situadas en el piso superior de la torre.
Patio interior, que sirve de distribuidor de varias dependencias y da paso al Patio de Armas.
Las caballerizas se situaban en esta gran sala, de planta rectangular. Se cubre con una bóveda ligeramente apuntada que arranca casi desde el suelo. Carece de adornos. Por ella se da paso al nivel inferior de la torre del Homenaje.
Salón Gótico. Es la Sala de Armas del siglo XV, también llamada Salón del Comendador Cardona, pero ni es gótico ni el Comendador Cardona fue comendador de Peñíscola. Corresponde al piso superior de las caballerizas. Es de factura igualmente severa que los demás salones. Tiene planta rectangular de 25 x 7 m. cubierta con bóveda apuntada que arranca de un cordón moldurado. Posee dos ventanas geminadas con arcos trilobulados. Como nota curiosa en la bóveda se alternan las hiladas de sillares claros y oscuros.
Bodega o Salón del Cónclave.
La Bodega o Salón del Cónclave está situado en el ala oriental. Es un salón poco esbelto pues la bóveda arranca a poca altura, como en las caballerizas, lo cual corresponde a una estancia de servicios, no a una estancia noble. Esto demuestra su origen como bodega, aunque es llamado Salón del Cónclave a causa de la asamblea que se celebró aquí al morir Benedicto XIII, el Papa Luna, para elegir nuevo Papa. Tiene una atmósfera particularmente severa y lóbrega por la escasa luz que recibe de dos saeteras laterales y una claraboya superior. Se accede a la bodega desde lo alto del patio mediante una empinada escalera cubierta con bovedillas de cañón escalonadas, ejemplo magistral y bellísimo del arte de la cantería. El Salón del Cónclave se comunica con la que suponemos Torre del Tesoro, en la que se encuentran las mazmorras. A este ala, en su parte superior, le falta un piso que quedó sin construir.
La Torre del Homenaje es de planta cuadrilonga, situada al Oeste del castillo. En ella estaba situado el polvorín sobre el que cayó un rayo en 1667. La torre quedó destruída y ya no se volvió a reconstruir, por eso aparece actualmente con tan poca altura.
Capilla: Ocupa el ala Norte y se encuentra a nivel del patio, por donde tiene la puerta. Mide 20 x 7 m. La sala tiene la cabecera en semicírculo. Está cubierta con bóveda de cañón ligeramente apuntada. El interior resulta oscuro ya que solo recibe la luz de dos ventanas del muro lateral y una del ábside. Existe una sacristía junto al ábside, empotrada en el muro. Era propio de los castillos-conventos disponer, junto a la cabecera de la iglesia y en comunicación con ella, una torre, cuyas reducidas cámaras cumplían la función de archivo-tesoro, y en cuyo subterráneo siempre había una mazmorra. Aquí, el ala superior de esta parte (Este) quedó sin concluir. Únicamente, en el siglo XV se levantó la cabecera de la bodega para formar una pequeña estancia rectangular usada como cocina. Aún puede verse en el muro exterior una chimenea. Se construyó con mampostería y sillares reaprovechados, y no fue una obra demasiado acertada, pues el muro Sur descansa, anómalamente, sobre la bóveda de la bodega. La capilla contaba con una galería porticada que daba al patio y que no se ha conservado, pero de la que se pueden apreciar los arranques de los arcos.
El Patio de Armas se encuentra en el segundo nivel del edificio, por lo que los situados en el primer nivel parecen subterráneos. Se accede a él por una empinada escalera desde la entrada. Es el centro neurálgico del castillo pues todas las dependencias dan a él y por él hay que pasar para ir a cualquier parte.
Fachada exterior de la capilla, en la que se ven los arranques de los arcos de la desaparecida galería.
Peñíscola estuvo en poder de los templarios desde 1294 a 1307, periodo en que se construyó el castillo. Pero, por lo que es mundialmente famoso el castillo es por haber sido la residencia de Benedicto XIII, el Papa Luna, y haberse convertido en una de las tres ciudades del mundo que han sido sedes pontificias, junto con Roma y Aviñón. Al parecer, siendo ya Papa Benedicto XIII, en 1411 cedió el castillo y la villa de Peñíscola, en pleno derecho, a la Santa Sede, en perjuicio de la Orden de Montesa a la que pertenecía. Aquí tuvo su último refugio ante los efectos del Cisma de Occidente. Poco a poco le fueron abandonando príncipes y reyes que en otro tiempo le apoyaron. Por último, el 23 de mayo de 1423, murió en terrible soledad, abandonado por todos, excepto sus últimos amigos, después de 29 años de papado y 8 de refugio en el castillo de Peñíscola.
Torre del Papa Luna
Don Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gótor (Benedicto XIII), natural de Illueca (Zaragoza), nació en 1328 y murió en 1423 en Peñíscola.
Recientemente se han construído almenas en la terraza del castillo. Desconocemos el rigor histórico de esta actuación.
El único adorno del castillo es este friso con las armas de la Orden del Temple y de los linajes del Maestre Provincial y del Comendador de la Casa.
Escaleras del Papa Luna, con varios escalones excavados en la roca. En caso de conquista de la ciudad eran la última vía de escape por medio de algún barco.