Castillo de Valacloche

Sobre una peña rocosa de 1.052 m. de altura ubicada al Noroeste del pueblo, dominando el paso por el valle del río Camarena, desde la capital hacia la sierra. Para acceder a él existe un sendero que comienza en la parte alta del caserío junto a una fuente.

Muy mal estado. Los restos son escasos, con graves grietas e inclinaciones importantes. Además se observan desplomes recientes. No le espera un futuro demasiado halagüeño.

Flanco Norte.

 

 

 

El castillo visto desde la carretera de Cascante, hacia el Oeste.

 

Diversas imágenes de la torre central, posible Homenaje. Mantiene dos plantas con parte de la bóveda de la segunda. Presenta graves daños y caída de cascotes reciente.

Pequeño castillo roquero de planta irregular alargada adaptada al estrecho espacio disponible en la cresta rocosa. Tiene una orientación Noroeste-Sureste, ocupando una superficie de unos 900 m2 aproximadamente, con una longitud de 75 m. y una anchura máxima de 10. En su alargada estructura aparecen tres torreones. Su extremo Noroeste finaliza al borde de un impresionante precipicio con un cubo cilíndrico macizo, en buen estado pero al que le falta bastante altura. El extremo opuesto lo hace en otro torreón pero de planta cuadrada, muy arruinado, y también macizo, defendiendo el collado que lo separa de alturas más altas que podrían ser utilizadas como padrastros. Y en su zona central se eleva otra torre, rectangular, que debió ser la principal (posible Homenaje), también medio caída. Conserva unos siete metros de altura y restos de la bóveda de una planta superior. Del torreón circular al central, al Norte, se conserva un potente muro de unos 50 m de longitud, de mampostería trabada con argamasa de cal. Cuenta con varias saeteras en las que se abría un hueco en el muro para proteger a los defensores del intenso frío de estas tierras, algo que es habitual en otros castillos turolenses

 

 

 

Posición del castillo con respecto al pueblo.

 

 

No dependió de la Comunidad de Teruel, a pesar de su proximidad a esta capital. Fue conquistado en 1319 por las tropas del concejo de Teruel, pero pronto debió vincularse a los señoríos privados. Su historia resulta peculiar, pues mantuvo su independencia feudal al constituirse en uno de los escasos señoríos de Aragón, bajo el poder de los Ruiz de Castelblanque. La hija y heredera de Lope Ruiz de Castelblanque, llamada Toda, casó con Blasco Fernández de Heredia, señor de Mora de Rubielos, integrándose en los cuantiosos señoríos de esta familia. Esta posesión fue confirmada por Pedro IV en 1361.

El cubo cilíndrico visto desde dos puntos opuestos.

 

 

 

Vista septentrional del castillo.

La torre cuadrada del extremo Sureste. Ha perdido los sillares que la recubrían.

 

 

 

Imagen meridional del castillo. Se observa el collado que lo separa del resto de la sierra.

El potente muro Norte.

 

 

 

Imagen del castillo tomada desde las alturas próximas.