En el centro urbano, en la parte alta del pueblo. Alberga el ayuntamiento, por lo que se encuentra en muy buen estado. No obstante, los baluartes no están en la misma situación, pues dos de ellos fueron derribados y no se han reconstruído.

Fachada principal recayente a la plaza. Está orientada hacia el Suroeste. El baluarte de la derecha se observa destrozado.

Frente Noroeste, con los dos baluartes bien conservados.

Baluarte Oeste.

Castillo abaluartado de planta cuadrada de 30 metros de lado y 12 de altura, con cuatro baluartes, uno en cada esquina. Por la época en que se construyó (siglo XVI) debió estar artillado, aunque no han quedado restos de cañoneras. Actualmente en el edificio se aprecian dos obras bien diferenciadas que fueron construídas en diferente siglo. La base de mampostería y sillería, con los cuatro baluartes y dos pisos de altura, además de los calabozos y otras estancias subterráneas, construído como ya hemos dicho en el XVI. Y los dos pisos superiores, enlucidos actualmente, que se levantaron a finales del XVII y que no cuentan con elemento defensivo alguno.
La puerta principal está situada en la fachada Suroeste. Es posterior a la construcción del edificio y presenta rasgos de estilo barroco. Está enmarcada por dos pares de columnas con motivos florales, un friso y un frontón circular y colocadas sobre podios muy altos. En el tímpano hubo una placa que en la actualidad ha desaparecido. Al entrar en el castillo se accede a un gran vestíbulo de una altura considerable. En el centro del edificio vemos el patio, de planta cuadrada, porticado en tres de sus esquinas y donde todavía se conserva el antiguo pozo. Aquí se encuentra la capilla dedicada a San Juan Bautista, con solo una puerta de acceso coronada por el escudo heráldico del linaje Icart. Es de planta rectangular y la bóveda de cañón cuenta con artesonados. En un nivel inferior se encontraba la zona de servicio a la que se accedía por una puerta mucho más sencilla situada en el camino de la Era (fachada Noreste), y que ahora da paso a la Sala de Exposiciones. Este espacio está dividido en dos alas donde se ubicaban diversas dependencias, como los almacenes y la cocina, con el horno, restos de la campana del hogar y una escalera que desciende hacia una cisterna. Esta conducción llevó a la creencia de que, desde el castillo, se iniciaba una red de túneles subterráneos con una salida en la Roca Foradada, en la zona del Roquer. La prisión también se encontraba en este espacio. En su interior, se pueden observar varias cruces grabadas en los sillares que enmarcan la puerta.


Baluarte Norte. Los vanos actuales pueden ser antiguas cañoneras.
Baluarte Este. Derribado

El edificio actual comenzó a ser construido a partir de 1565 por iniciativa de Luís de Icart, señor de la villa, familia que había ido aumentando su importancia social junto al rey y gracias a los altos cargos que ocupaba en el gobierno de Nápoles. Se terminó 15 años después. Fue la segunda residencia de los condes de Queralt, quienes lo vendieron a José Safont en 1842. A partir del siglo XVIII comenzó a decaer y llegó muy deteriorado a los últimos años del siglo XX. Como el edificio no era la residencia habitual de los nobles, se fue degradando, y pasó a manos de diferentes propietarios que lo utilizaron como corral o taller de botijos y cerámica, entre otros usos. El 17 de septiembre de 1998 empezaron las obras de rehabilitación para usarlo como sede del Ayuntamiento de Torredembarra. Fue inaugurado el 25 de marzo del año 2000.


Baluarte Sur. En la pared de sillares se aprecian numerosos impactos de fusilería.
