Castillo de Pop

 

 

 

Tossal del Cavall Verd, visto desde el Sureste.

Aunque es algo polémica su ubicación, nosotros la damos por segura en la cima del Tossal del Cavall Verd (Caballo Verde), a 793 m. de altura. El acceso menos complicado es por un camino que sale del poblado de Campell y que termina en su base, en unos bancales de cerezos. Desde aquí, hay que continuar a pie. Llega un momento en que el acceso es realmente complicado y hay que recurrir a la escalada. Para ello se ha habilitado recientemente una vía ferrata con grapas metálicas y una cadena de agarre. No obstante, en nuestra visita de 1998, pudimos ascender hasta la cima a pesar de la ausencia de dichas ayudas.

Desaparecido. En la cima y en la vertiente meridional aparecen restos de tejas árabes y fragmentos cerámicos en gran número. Quedan, así mismo, varias explanadas cuadrangulares entre las puntiagudas rocas, de medidas bastante regulares con abundante depósito sedimentario que puede proceder de la descomposición de antiguos muros de tapial.

El Tossal tiene dos picos, con un desnivel entre ambos de unos 30 m. La fortaleza se extendía de uno a otro, alzándose sobre el más elevado, al Oeste, el cuerpo principal del castillo y la torre del Homenaje. En el otro había una segunda torre y el aposento donde se albergaba la guarnición. Ambos cuerpos estaban comunicados entre sí por una doble muralla.

Esta es la descripción histórica un tanto legendaria y, según ella, si existió, debió ser un castillo formidable, de grandes dimensiones. Desgraciadamente, la ausencia de restos siembra las dudas. 

El documento que mejor avala la existencia del castillo de Pop es el cuadro de Jerónimo Espinosa de 1613 titulado “Sublevación en la Vall de Gallinera o Laguar”, en el que se representa la rebelión de los moriscos ante su inminente expulsión. En la parte de arriba aparece pintado el castillo de Pop, cuya ampliación se muestra aquí debajo. El cuadro pertenece a una serie de 7 obras mandadas pintar por Felipe III relacionadas todas con la expulsión de los moriscos, y que se caracterizaron por su veracidad, por lo que es difícil pensar que el autor se lo inventara. También aparece representado el Castillo de las Atzavaras.

Zonas llanas cuadrangulares con aspecto de haber albergado algún tipo de edificación.

La primera referencia escrita sobre este castillo aparece en la “Gesta Roderici Campidocti”. Durante el último período musulmán perteneció a Al-Azraq, el cual se lo entregó a Jaime I, junto con el castillo de Tárbena, mediante el Pacto del Pouet. Este pacto fue suscrito por el infante Alfonso, hijo de Jaime I y el propio Al-Azraq, en abril de 1245. Más tarde, Pedro III el Grande ordenó su destrucción. A partir de la reconquista los moros vencidos quedaron e unas condiciones cada vez más opresivas. Sometidos a un trato denigrante y castigados por la persecución religiosa de la España del siglo XVI, se rebelaron los moriscos contra las conversiones forzadas por el real decreto de bautismo, alzamiento que pagaron con una sangrienta represión. Años más tarde, en 1609, el decreto de expulsión empujó nuevamente a la sublevación a estas minorías moriscas. Agrupados en gran número, se dice que 10.000, y acompañados de mujeres y niños, ascendieron por las peñas, al abrigo de Pop. Comandados por Amed Al Minilli se enfrentaron a los ejércitos profesionales de los Tercios de Nápoles. Tras varios asaltos y batallas, el 21 de noviembre de 1609 fue tomado el castillo de Pop, la más sólida e inexpugnable fortaleza de la zona, y tras él cayeron los demás. Del castillo bajaron derrotados 7.000 moros, y la represión no se hizo esperar, sin respetar mujeres ni niños. Y los que se salvaron fueron embarcados. Con posterioridad a estos hechos se supone que hubo una orden de demolición, pero en aquella época esto implicaba solamente su inutilización, no hacerlo desaparecer totalmente.

 

 

 

¿Posibles escalones tallados en la roca?

 

 

 

El Cavall Verd visto desde Benimaurell, al Noroeste.

Leyenda del Cavall Verd: Cuando Felipe II dio la orden de expulsión definitiva de los moriscos, y ya estaban preparadas las naves en el puerto de Denia para transportarlos a Orán, los moriscos de Laguart, capitaneados por el molinero Minilli, se refugiaron en torno al mítico monte del Cavall Verd, donde, según una vieja leyenda vendría un caballo verde a salvarles. En torno a este monte llegaron a refugiarse miles de moriscos de toda la comarca, que fueron acosados por los tercios de Nápoles comandados por el maestre Agustín Mejías, produciéndose la muerte de unos 1.500 entre hombres, mujeres y niños. La masacre fue terrible y el valle quedó desierto. Los moriscos subieron con sus más queridas pertenencias, dinero y joyas. Juntas las de todos se formó un gran tesoro que, tras la toma del castillo, ya no se encontró, dando lugar a una leyenda que dice que el tesoro de los moriscos todavía se encuentra en lo alto del Tossal del Cavall Verd.

Vertiente oriental del tossal, totalmente inexpugnable. El ascenso se realiza por su parte meridional, a la izquierda en la imagen.