Castillo de Paracuellos

Sobre un meandro rocoso que forma el Arroyo de la Vega, a 400 m al Norte del pueblo. Se puede acceder tanto desde dicho arroyo por un camino en muy mal estado (agosto 2024) como desde Paracuellos por un sendero señalizado.

Ha sido restaurado hace pocos años, por lo que luce en todo su esplendor. Y como, desagraciadamente, suele ser habitual, ya ha sufrido algunos actos vandálicos. Después de la restauración se derrumbó parte de la roca donde se asienta la gran torre, aunque no reviste dificultad para su visita.

Imagen meridional del castillo.

 

 

 

Camino cubierto por el que se llega al castillo.

El castillo visto desde el Suroeste, desde el fondo del vallecillo que forma el Arroyo de la Vega.

Castillo roquero de planta irregular adaptada al espacio disponible entre las rocas. Más bien se trata de una enorme torre rodeada de dos pequeños recintos previos. La explanada dispuesta al Norte era el lugar donde se asentaba la antigua población, a partir del siglo XVI utilizada como albácar. Todavía han quedado las ruinas de la antigua iglesia de la Virgen del Castillo. Todo el espacio disponible tiene forma alargada, orientada al Norte-Sur, con unos 100 m de largo por una anchura máxima de 45, encerrando una superficie aproximada de 3.000 m2. El castillo propiamente dicho cuenta con 1.150 m2. Su entrada se realiza por el único punto accesible, situado en el extremo septentrional, estando todo el recinto cortado por rocas verticales. Se penetra después de recorrer un largo camino cubierto, con trazas de haber sido excavado artificialmente. Una vez llegamos a la explanada superior se puede entrar al castillo por dos puntos ya que faltan las defensas de toda la zona Norte del Castillo, bien por eliminación sistemática, bien por los desplomes de las rocas.

La torre se rodea por un pequeño recinto concéntrico que deja una liza muy estrecha. Al Sur todavía se levanta otro pequeño recinto independiente, con los muros directamente asentados sobre los bordes rocosos. El extremo meridional, con forma de espolón, lo culmina una torre de planta trapezoidal. Además de dicha torre existen otros dos torreones circulares. Toda la obra es de mampostería de gran tamaño, reforzada en esquinas y vanos con sillería bien tallada. Se observan numerosas almenas pero fueron reconstruídas durante la última restauración.

Como ya hemos dicho, las defensas del flanco Norte han desaparecido, entrando en la actualidad al castillo por una puerta (que también parece reconstruída) rematada con un dintel recto y defendida por una de las torres circulares almenadas en la que se abren varias aspilleras. Aparecen dos aljibes, uno circular en el recinto meridional y otro, más grande, adosado al muro oriental de la torre, pero que ha quedado parcialmente oculto por el derrumbe de rocas.

 

 

Flanco septentrional del castillo. Se observan las rocas desplomadas.

 

 

 

 

Entrada al castillo y a la torre.

 

 

 

Entrada al castillo vista desde el exterior.

 

 

 

Entrada al castillo vista desde el interior.

Los muros asientan directamente sobre el borde de las rocas, que han sido recortadas para prolongar la altura de los mismos.

Puerta de la torre. Conserva los huecos para que giren las puertas y los de la tranca.

Imagen septentrional. Todo el recinto aparece limitado por rocas verticales, como se aprecia aquí. A la izquierda de la torre, en la explanada en que estuvo el antiguo pueblo, se ven los muros de la arruinada iglesia. El pueblo actual aparece detrás, en el emplazamiento en que se situó en el siglo XVI.

La torre del Homenaje es de enormes dimensiones, tiene planta pentagonal al exterior y rectangular en el interior. Es la parte más robusta de la construcción con un espesor en sus muros de casi tres metros en algunos puntos. Los muros mayores miden 16 m y el muro septentrional, 11 m. La entrada a la torre se realiza a la altura del primer piso, en el flanco Este, siendo ésta estrecha con arco adovelado de medio punto. Cuenta además con numerosos elementos defensivos como son los matacanes y aspilleras. La torre consta de tres plantas y la terraza, retranqueadas en sentido ascendente, teniendo un total de ocho ventanas abocinadas enmarcadas por sillares y arcos de medio punto. En el tercer piso destaca un vano de un matacán abierto en el muro que protege la entrada. Culmina con una terraza con almenas recontruídas, con tres huecos en el suelo de acceso y bajada a los matacanes dispuestos a lo largo del muro.

 

 

 

Lado oriental.

 

 

 

Lado occidental.

 

 

 

Sótano o planta baja. Se accede desde la primera planta.

 

 

 

Primera planta, donde está la entrada.

 

 

 

Segunda planta. Todos los forjados han sido reconstruídos en hormigón.

 

 

 

Terraza. Las almenas también han sido reconstruídas.

 

 

 

 

 

Vértice o espolón de la torre.

 

 

 

Flanco oriental. Se aprecia el camino cubierto.

Se desconoce su fecha exacta de construcción, pero está ampliamente extendida la creencia de que es una obra del siglo XII claramente musulmana. En el siglo XV el castillo sufrió una fuerte reforma y se levantó la gran torre del Homenaje. Hasta el siglo XVI la población de Paracuellos se encontraba en la explanada existente al Norte del castillo, donde han quedado actualmente las ruinas de la iglesia, construída entre 1529 y 1537. En ese siglo la población cambió su emplazamiento a un lugar más alto pero próximo. El castillo fue nuevamente reformado.