Castillo de Pajarón

Sobre el cerro de San Cristóbal, de 1.072 m de altura, que domina al pueblo desde el Norte. Su visita no reviste dificultad alguna, pudiéndonos acercar con vehículo hasta el cementerio, a escasos metros del castillo.

Su estado es bastante malo. Solo queda una torre muy arruinada y un par de muros.

Castillo montano de planta irregular adaptada al espacio disponible en lo alto de la colina. Se desconoce el número de recintos que tuvo. En la actualidad, con cierta imaginación, podríamos hablar de dos. Uno, delimitado por los muros que han quedado, y el otro, inferior y más grande, que debió discurrir por un escalón rocoso que todavía se observa. Ocupa una superficie aproximada de 1.450 m2. La gran torre, posible Homenaje, es de planta rectangular (9 x 6 m), conserva unos 10 m de altura y, como se puede apreciar en su interior, tuvo cuatro plantas. La puerta de la torre está en altura, encarada hacia el interior del castillo. Toda la obra está construída en mampostería con lajas muy finas en las esquinas.

 

 

 

Interior de la torre, donde se aprecian sus cuatro plantas.

 

 

 

Flanco Norte de la torre.

 

 

 

Flanco meridional de la torre. La pérdida de mampuestos en su base hace peligrar su estabilidad.

 

 

 

El cementerio se encuentra en las inmediaciones del castillo.

Batalla de Pajarón: A finales del siglo XIII tuvo lugar una gran batalla a los pies del castillo entre aragoneses y castellanos. Durante varios días estuvieron rondando por estas tierras buscando la ocasión más propicia para cada uno. Ocasión que tuvo lugar en las faldas del cerro de San Cristóbal, en una gran explanada según cuentan las crónicas. Actualmente se cree que la batalla tuvo lugar en la extensa llanura que existe al Norte del Castillo.

Entre los años 1289 y 1291 hubo un gran conflicto entre los reinos de Aragón y Castilla a causa de problemas fronterizos. Las hostilidades tuvieron lugar principalmente en tierras de las actuales provincias de Cuenca y Soria.

El rey castellano Sancho el Bravo manifestó su apoyo a Francia (en aquel momento en guerra con Aragón), mientras que el aragonés Alfonso III el Liberal mostraba su inclinación por los infantes De la Cerda (hijos del primogénito de Alfonso X el Sabio), pretendientes al trono castellano, con la intención de obtener Murcia. Así mismo, los dos reinos intentaban controlar el señorío de Vizcaya.

La batalla tuvo lugar el 21 de agosto de 1289.  En ella se enfrentaron las tropas de Alfonso III de Aragón, al mando de Diego López de Haro (al que llamaban “el intruso”, un ricohombre castellano, que era hijo del señor de Vizcaya. Llegó incluso a ser adelantado mayor de Castilla y fundador de la villa de Bilbao) y las de Sancho IV de Castilla, comandadas por el caballero gallego Ruy Páez de Sotomayor (justicia mayor de Castilla y leal consejero del señor de Vizcaya).

La victoria fue total para los aragoneses, que vencieron a costa de mucha sangre. En la batalla murieron, además de Páez de Sotomayor, Pedro Gonzálvez Conde, comendador mayor de Uclés y trece freires de la Orden de Santiago. También fueron capturados los pendones reales de Castilla.

Gran llanura al Norte del castillo en la que se cree que tuvo lugar la batalla.