Castillo de Oropesa

Sector Noroeste, restaurado en el año 2020.

Sobre un espolón rocoso encima del mismo pueblo, a 56 m. de altura, y muy cerca de la carretera de Barcelona. Se puede ascender hasta él desde las calles del pueblo, cuyas casas se desparraman por sus laderas.

Después de ser destruido por los franceses, quedó en el más absoluto abandono. Pero hace algunos años que comenzó su recuperación. Quizá demasiado lentamente para lo que nos gustaría a algunos, pero con bastante buen acierto.

El castillo visto desde el Sur en el año 2009.

 

 

 

Torre del Homenaje.

 

Antiguo grabado del castillo, visto desde la carretera de Castellón.

 

 

 

Extremo Oeste del castillo en 2009.

Interior de las dos salas del aljibe, en 2021.

Recinto superior. Diáfano, con los dos tragaluces del aljibe. Detrás, la mole de la torre del Homenaje, en 2009.

Habitaciones del Norte.

Exterior e interior de la torre Suroeste, reconstruída en 2020.

Castillo montano de planta irregular con dos recintos. Tiene una longitud de 80 m. y una anchura máxima de 28 m. encerrando una superficie de 1.400 m2. En el recinto inferior, situado al Este, se encuentra su acceso, pero no hay rastro de puertas y los muros se confunden entre las casas. También han construído el depósito de aguas destruyendo parte de sus lienzos. E incluso, en el año 2001, se colocó una antena de telefonía móvil en la torre Este. En este recinto aparece la torre del Homenaje, muy grande, colosal, de unos 15 m. de lado, restaurada de la misma manera que el resto y, curiosamente, sin puerta. Desconocemos cómo se penetra en su interior. El segundo recinto, algo más elevado y asentado sobre las rocas, es muy pobre en restos. Solo destaca en él el gran aljibe islámico. En el frente Norte, reconstruído en 2020, es donde mejor se aprecian las torres artilleras. Aunque fue construído por los árabes, la mayor parte de lo que queda es de los siglos XIII-XIV, con añadidos posteriores para la artillería, del siglo XVI e, incluso, posteriores.

 

 

A la izquierda, la torre Este, de planta trapezoidal. En medio, la gran mole cúbica de la torre del Homenaje. Y a la derecha, la entrada actual.

Torre Este en 2009.

Torre Este en 2021.

Interior de los cubos restaurados.

Castillo musulmán conquistado por el Cid al rey Alhagib, hijo de Amed Montadir. En Oropesa se produjo el acuerdo entre el Cid, Pedro I de Aragón y Ramón Berenguer para luchar en común contra los almorávides que amenazaban la región, cosa que no impidió el dominio almorávide del Reino de Valencia. No obstante, el Cid conservó Oropesa hasta su muerte, y en 1099 pasó a poder de Pedro I quién no pudo evitar su conquista en 1103 por los almorávides. Oropesa fue donada a los Hospitalarios en 1149 y a los Templarios en 1169, sin que  ninguno de ellos pudiera conquistar el castillo. Fue en 1233 cuando por fin, Jaime I lo conquistó, tras la toma de Burriana, reconociendo los antiguos privilegios de los Hospitalarios sobre el castillo. Y aunque fue reclamado por los Templarios, éstos no consiguieron su propósito. Los caballeros Hospitalarios permutaron Oropesa con tierras de Burriana, propiedad de Ferrán Peris de Pina, quedando este caballero aragonés como señor de la villa y castillo de Oropesa. Al cabo de 30 años pasó a don Arnau Guillem de Alascún, quién lo vendió a Berenguer Dalmau. En el siglo XIV a causa de unas deudas pasó a don Guillermo de Jaffer. Le sucedió en la posesión del castillo Frey Pedro de Thous, Gran Maestre de Montesa. Un miembro de esta familia, Joffré de Thous fue quién, ante el peligro de ataques piratas, refortificó el castillo y amuralló la villa. Frente a sus costas, en 1412, un barco sufrió un ataque berberisco del que capturaron a sus tripulantes y se apoderaron de todas sus mercancías. 

 

 

 

El castillo visto desde el Norte en 2009.

 

 

 

 

Imagen meridional en 2009.

Alfonso el Magnánimo convocó Cortes en Oropesa en 1419. En el siglo XV perteneció a don Garcerán D’En Bou, quién lo vendió a Juan de Cervellón y Centelles, vencedor en Pavía. En esta época el castillo se reforzó nuevamente bajo la experiencia que don Juan tuvo en Italia, ya que en 1534, el propio Barbarroja en persona desembarcó en el cabo y se apoderó del castillo, y aunque se consiguió expulsarlo, apresó algunos cristianos por los que hubo que pagar un fuerte rescate. A pesar de todo, en 1619 otro ataque de las galeras berberiscas causó el cautiverio de muchos cristianos y el destrozo de la iglesia. En 1589 se le otorgó carta-puebla por parte de los Cervellón. En la Guerra del Francés, el castillo de Oropesa hizo frente al ejército de Suchet. Tenía una guarnición de 250 hombres y 4 cañones de hierro, mandados por el capitán don Pedro Gotti. Tras tres días de fuego artillero y derribado un lienzo de la muralla por donde los franceses se disponían a dar el asalto, los españoles se rindieron honrosamente. Luego, el castillo fue volado por los franceses para que no pudiera interferir en su retaguardia. Desde esta época los planos originales del castillo quedaron en poder del gobierno francés.