Murallas de Oropesa

Restos de la esquina del baluarte Sur

Este pequeño portillo es la única puerta conservada.

En el casco urbano, partiendo desde el castillo y rodeando el barrio antiguo.

Muy mal estado. Solo quedan lienzos dispersos.

Murallas preparadas para la artillería, con planta rectangular y baluartes en los ángulos, excepto el Oeste en que aparece el castillo. Su fábrica es de buenos sillares. Contaba con tres puertas de las que queda una. A simple vista, solo se observan tres lienzos, aunque es posible que, embutidos entre las casas, existan más. Queda una cortina del baluarte Sur y dos tramos con una puerta en el baluarte Este. Este tipo de murallas abaluartadas son muy escasas en la región valenciana y, desgraciadamente, no se han cuidado, llegando en muy mal estado hasta la actualidad.

Interior y exterior del extremo final del baluarte Este.

Se construyeron en el siglo XV, gracias a su señor Joffré de Thous, ante la grave amenaza que representaban los ataques berberiscos. En el siglo siguiente, con Oropesa ya en poder de Juan Cervellón, se reforzaron nuevamente las murallas bajo la experiencia que éste tuvo en las guerras de Italia. Y su verdadera prueba de fuego tuvo lugar durante la Guerra del Francés, ante el duro ataque artillero al que Suchet sometió a la villa y al castillo. Con esta acción debieron quedar muy dañados los muros y ya no se repararon.

 

 

 

Lateral del baluarte Este. En el rincón, entre el muro de piedra y el edificio blanco, se sitúa el pequeño portillo.