Castillo de Olba

 

Se sitúa en la cumbre del monte donde se asienta el pueblo, donde está el depósito de agua, entre las casas y la carretera. Su acceso no presenta dificultad alguna.

Prácticamente desaparecido. Tan solo queda un aljibe.

Poca cosa se puede decir sobre esta fortaleza dado que no queda nada. Por la forma de la colina debió ser del tipo montano, pero se desconoce planta y estructura. Tan solo queda un aljibe de planta rectangular y fábrica de cal y canto, pero está oculto por un gran arbusto que ha nacido en su interior. Tanto es así, que es realmente complicado distinguirlo. No obstante, entre las ramas pueden verse los dos arranques de la bóveda que lo cubría.

Fue levantado tras la venta de Olba por el Concejo de Teruel a Domingo Ladrón en 1269. Es citado en la carta puebla concedida por Jimeno López de Rufas, procurador de Rodrigo Díaz, a 20 vecinos.

El aljibe se encuentra oculto por la gran mata de lentisco.

Tan solo en uno de sus extremos se puede ver una de sus paredes.