
Apenas son perceptibles sus escasos restos entre las rocas del monte.

Sobre la colina que domina el pueblo desde el Sur, dominando magníficamente el paso por el valle del río Cañoles, camino histórico desde la costa hacia el interior. Para acceder hasta él existe un buen sendero que nace a las afueras del pueblo, cerca de la carretera del Bosquet.
Su estado es muy malo. Sus restos, están tan deteriorados que no permiten una visión fácil del conjunto.



Diversas imágenes de una de las torres que refuerzan la muralla que desciende hacia la población. Ésta, en concreto es la que está situada más hacia el Este, próxima al castillo.

Castillo roquero de planta irregular, con dos recintos parcialmente concéntricos, que ocupa una superficie de unos 2.500 m2. El recinto superior (celoquia o alcazarejo) y el inferior o albácar. El recinto superior es de planta más o menos rectangular orientado al Noroeste, con restos de algunas torres, un gran aljibe, diversas dependencias y la entrada situada al Suroeste, con escaleras. Se observan lienzos, tanto de tapial como de mampostería. Cubre un área de tan solo 350 m2, aproximadamente. Está bien defendido por la topografía en su lado Norte, con un foso en el lado Este y, por los otros dos lados, el muro del albácar de donde partían las murallas que protegían el caserío con sus correspondientes cubos para la defensa de los accesos.
El recinto inferior, posible albácar, discurre a un nivel más bajo, a media ladera, excepto por el Norte y Oeste, ya que aquí los escarpes verticales lo imposibilitan. Carece de torres y su fábrica es la mampostería. Hay que destacar las dos grandes torres de planta cuadrada y tapial, con almenas, resto de un lienzo que descendía hacia la población, formando la defensa o muralla de la puebla. Ésta se ubicaba en la ladera Suroeste del cerro y hoy está totalmente desaparecida. Así, se habla de un “Castellaret de Dalt”, el castillo propiamente dicho ocupando la cima con su albácar, y el “Castellaret de Baix”, cinturón amurallado que desciende por la ladera hasta el pueblo, con dos torres defensivas cuadradas.

Recinto superior o alcazarejo.

Fragmento de una piedra de molino situada en el interior del recinto superior.


Aljibe del recinto superior

Torre inferior de la muralla.

Muralla del albácar.

Distancia existente entre las dos torres de la muralla.
Ya existió un poblado de la Edad del Bronce en este lugar. El castillo fue construído por los almohades en el siglo XII. Y donado, tras su conquista por Jaime I, a Pelayo Pérez Correa, maestre santiaguista, en 1255. El infante de Castilla, futuro Alfonso X se apoderó de Mogente incumpliendo los convenios entre Castilla y Aragón. Jaime I respondió tomando Villena, Sax, Caudete y Bogarra. El incidente se corrigió en el Tratado de Almizra, quedando Mogente en el Reino de Valencia definitivamente. En 1271, el rey lo donó a Berenguela Alfonso. Y tras su muerte sin sucesión en 1272, pasó de nuevo a la Corona. Tras la muerte de Jaime I, su hijo Pedro encargó la custodia de Mogente a Pedro de Ahones. En 1298, Jaime II lo donó al vizconde de Castronovo, pasando luego a Gonzalo García por venta. Finalmente, perteneció a los marqueses de la Romana.

Posible torre.

Aquí se puede apreciar con claridad la disposición de la torre dels Coloms con respecto al castillo, y ambos, con respecto a la población.