
Debido a su degradación y por tener la misma coloración sus piedras que las peñas, es difícil de apreciar. Aquí lo vemos desde el Suroeste.
Sobre una de las estribaciones de la Sierra de Peña Tajada, a escasa distancia del pueblo al que domina desde el oriente, y a una altura de unos 890 m. Mantiene contacto óptico con Uclés y Zarza. Es accesible desde la ermita.
Muy mal estado. Quedan numerosos restos pero tan informes que resulta imposible deducir su función.
La cresta rocosa donde se asienta vista desde el noroeste.


Impresionante foso meridional, tallado en la roca.


En el extremo septentrional, fuera del recinto murado aparecen dos habitaciones excavadas directamente en la roca viva.

Castillo roquero de planta irregular estrecha y alargada, orientado al Norte-Sur, acoplado al espacio disponible sobre la cresta rocosa. Tiene una longitud aproximada de 130 m. y una anchura máxima de 25, cubriendo una superficie de 2.800 m2. Está dividido en, al menos, cuatro recintos, aunque en su parte Norte podría haber otro que englobara las habitaciones talladas en la roca. Al Oeste, las peñas caen a pico, por lo que no hicieron falta defensas. En cambio, en el lado contrario, con una ladera muy inclinada, se concentraban las mayores defensas. Los recintos estaban separados por fosos o por muros o por las dos cosas. Para abrir los fosos se talló la roca, dejando las paredes completamente lisas. No han quedado estructuras internas a excepción de la supuesta torre del Homenaje, circular, de gran diámetro y difícil de distinguir por los muros que tiene adosados, y de un sorprendente aljibe de grandes dimensiones, excavado en la roca. También quedan vestigios de dos grandes cubos en su lado Este. Toda su fábrica es de mampostería pero ha perdido la cohesión del mortero, cayendo muchas piedras y dejando elementos informes de dudosa descripción. En el ángulo Noreste queda un lienzo con buena mampostería encarada hacia el exterior, pareciendo sillarejo. El recinto meridional es completamente llano, por lo que pudo tener la función de patio de armas. Además, presenta una escalerilla, tallada en la roca, con tres escalones, encarada hacia el foso.

Recinto meridional, de superficie llana, posible patio de armas.

Aljibe. De grandes dimensiones, excavado en la roca y dividido en dos por un muro.


Algunos de los restos indefinidos.

Restos del cubo Noreste.

Torre del Homenaje, de planta circular. Tanto ella como algunas de las construcciones que tiene adosadas están tan deterioradas que semeja un montón informe de mampuestos.


Posiblemente fue asentado sobre en pequeño fuerte de época romana similar a otros de la zona que controlaban las minas de lapis specularis. La fundación de este castillo se debe a Álvar Fáñez, lugarteniente del Cid. Se llamó castillo de Arabia y formaba una línea defensiva con los vecinos de Almenara, Uclés y Zorita. Siempre y desde que comenzara Alfonso VII la repoblación de la comarca, mediados del siglo XII, perteneció a la jurisdicción y luego corregimiento de Huete. En el siglo XV fue reedificado por don Lope Vázquez de Acuña, hermano del célebre arzobispo de Toledo, don Alonso Carrillo de Acuña. A esta obra se debe la construcción de los cubos circulares. Ambos hermanos nacieron en Cuenca, hijos de Vázquez de Acuña el Viejo, y ejercieron gran influencia en los reinados de Enrique IV e Isabel la Católica. Don Lope, que recibió el señorío de Huete, con el título de duque, intentó levantar el territorio de su señorío, y aún del vecino Priorato de Uclés, desde sus castillos de Huelves y Huete, a favor de la Beltraneja. Pero fue vencido por caballeros leales a Isabel y por el Prior de Uclés, don Juan de Velasco. A pesar de su estratégica posición, dominando el camino de Madrid, Toledo y Alcalá, sin otro paso para carros ni artillería, fue vencido y quedado aquellas tierras a favor de la reina Isabel. Entonces el castillo fue arrasado por orden de los Reyes Católicos como tantos otros que apoyaron a su rival Juana la Beltraneja.

Cubo Noreste del recinto principal. Se observa su pésimo estado.


Torre del Homenaje vista desde el Norte. Por la derecha asoma el aljibe y por la izquierda el cubo de la esquina.

Lienzo perteneciente al recinto más septentrional. Es el único que conserva los mampuestos exteriores. Y como se ve, son de buena calidad, gran tamaño y con la cara plana al exterior.
