Castillo de Ibiza

Se encuentra en la parte más alta de la ciudad. Actualmente, se está habilitando, tanto el castillo como la almudaina, para acoger las dependencias del futuro Parador de Turismo. En el momento de nuestra visita (septiembre de 2022), todavía continuaban las obras, por lo que no se podía acceder a su interior y a otras partes interesantes del edificio.

Como ya hemos dicho, el castillo está inmerso en unas interminables obras que comenzaron en el año 2009. Han sido paralizadas y reiniciadas varias veces, y ahora se anuncia la apertura definitiva del Parador hacia finales del año 2023. Durante estos años las molestias para turistas y ciudadanos han sido constantes. La presencia de grúas y maquinaria pesada dificulta los accesos y la observación de sus restos. Esperemos que por fín se cumplan los nuevos plazos previstos.

Prácticamente lo único que se puede ver del castillo es su flanco meridional, en la parte más alta de la ciudad. Con las grúas del Parador todavía activas.

Torre del Homenaje.

Castillo roquero de planta cuadrangular con torres en las esquinas (seis en total) recuerda la estructura de los antiguos castillos islámicos, que representaban el último reducto defensivo de la ciudad.  La entrada al castillo estaría situada en el lado de levante, frente a la catedral, tal vez en el mismo lugar que ocupa la actual. La entrada está precedida por una llamativa escalera contemporánea, obra del arquitecto Elías Torres. Este recinto, junto con la Almudaina,  conformaba una verdadera fortaleza. El castillo primitivo árabe fue una fortaleza militar de escasa entidad, sobria y austera, separado de la Almudaina por una muralla diafragma que tenía una torre-puerta en el centro por la que se comunicaban los dos recintos. Esta torre fue demolida al construirse, en el siglo XVIII, los cuarteles proyectados por Simon Poulet.

El conjunto actual está formado por el Castillo, la Torre del Homenaje y la Casa del Gobernador, que hasta el año 1973 fueron utilizados por el ejército. A partir de entonces, pasaron a ser de propiedad municipal.

Plano de las murallas medievales, la almudaina y el castillo.

Los edificios que hoy pueden contemplarse son originales de los siglos XVI y XVIII, pero fueron edificados sobre las instalaciones musulmanas, de las que han quedado numerosos restos. Con las obras del Parador han salido a la luz muchos de ellos, que se están integrando en la estructura del Pardor. Sobre estos elementos se levantó, en el siglo XIV, la torre del Homenaje, que es la más alta y mejor conservada de la fortaleza, situada en la confluencia de los recintos del castillo y la almudaina. Desde ella se domina una amplia perspectiva sobre la costa Sur de la isla y el puerto de la ciudad. En el interior de la torre del Homenaje se han documentado estructuras antiguas de la fortificación árabe. En la base de la torre se ven restos arrasados de otra torre o paño de muralla tal vez más antiguos.

Torre Noreste. Por encima del muro de diseño asoma la puerta del castillo.

Púnicos y romanos hicieron de este espacio su acrópolis y los árabes establecieron en él la Almudaina (residencia gubernativa) y el Castillo (cuartel militar). El espacio que ocupa el castillo acogió la sede del Gobierno de la isla prácticamente a lo largo de toda su historia. En su interior se encontraba la Casa del Gobernador, donde residían los responsables militares de cada época. La casa del Gobernador, que ocupa el lado Sur del castillo, comprende un conjunto de edificaciones residenciales de los representantes del gobierno. En ella debió alojarse, el rey de Aragón, Alfonso III, durante su breve estancia en la isla el año 1286, según cuenta el cronista Ramón Muntaner. El conjunto no tiene un gran valor artístico aunque conserva algunos elementos de estilo gótico y renacentista. A nivel patrimonial, destaca, sobre todo, el tramo de la fortificación árabe que se conserva entre las dependencias interiores de la planta baja.