
Sobre un espolón rocoso a media ladera, a 400 m. al Este del pueblo de Escanilla, desde el que es perfectamente visible. Se puede acceder de dos formas. Desde el pueblo, por un sendero que nace en la carretera nacional, o desde una pista forestal, muy deteriorada (abril de 2015), que comienza en Abizanda y lleva a la ermita de San Juan Evangelista. Mantiene contacto visual con los castillos de Abizanda, Ligüerre, Buil y Samitier.
Muy mal estado. Tan solo subsiste parte de una torre. Del resto de sus muros, nada queda. Fue reparado entre los años 2005 y 2007.

Castillo roquero militar que debió ser de reducidas dimensiones. Su uso debió circunscribirse al aviso y emisión de señales entre otros castillos más importantes. Al no quedar nada de su recinto, es considerado normalmente como torre erróneamente, pues así aparece en documentos y trabajos, pero es nombrado como castillo desde el siglo XII.
La torre está construida en sillar isódomo encalado en tramos y sillares bien labrados en esquinas, con un zócalo en el costado sur más escarpado. Su planta es un pentágono irregular, habiéndose derrumbado una de sus caras y parte de las adyacentes. Se halla dividida en tres pisos: el inferior, al que se desciende desde un agujero en el centro del pavimento, y el de la puerta de acceso se cubren con bóvedas de medio cañón; el superior se comunica mediante una escalera de obra y se cubre con bóveda esquifada. En los dos pisos altos hay aspilleras practicadas con piezas monolíticas, la mayoría abiertas en las esquinas a los cuatro puntos cardinales, en forma de gota al exterior, adinteladas y escalonadas por dentro. El piso inferior, actualmente acolmatado por cascotes, pudo disponer de un aljibe.


Flanco Oeste de la torre, visto desde el pueblo de Escanilla.
Se dice que presenta como único vano una pequeña puerta en alto, abierta al Norte en el segundo piso, adintelada con dos gruesas molduras en los ángulos. Sobre la puerta y a la altura del tejado, desaparecido, se conservaban dos ménsulas de un matacán. El alero se sostenía sobre canetes de piedra, casi desaparecidos. Pero en el momento de nuestra visita, nada quedaba de estos elementos. Probablemente se hayan desplomado.
La torre data de la primera mitad del siglo XI, pero la primera mención escrita data de 1130, cuando se cita a Ato Carçets de Scannella. En 1208 era propiedad del obispo de Huesca, García de Gudal. Formó parte de la línea defensiva que Sancho III el Mayor trazó de Oeste a Este y que continuaron sus hijos Gonzalo, rey de Sobrarbe, y Ramiro, rey de Aragón. Todavía era propiedad del obispado en 1610. Madoz, en el siglo XIX dice que fue utilizada como torre telegráfica.

El castillo de Escanilla visto desde Ligüerre de Cinca.