Castillo de Alcalá de los Gazules

 

 

 

 

Esquina meridional.

Se encuentra en la cúspide del llamado Cerro de la Coracha, de 223 m. de altura, lugar donde se ubica la población de Alcalá. Aparece encajonado entre unos edificios modernos y los depósitos de agua. Su posición le concede un gran dominio visual. No existen problemas para llegar hasta él pues proliferan los carteles indicativos.

Su estado es muy malo. Tan solo queda parte de un enorme torreón en múltiples ocasiones reparado, por lo que presenta escasa homogeneidad en sus muros. En el año 2006 fue sometido a una restauración un tanto polémica. Si bien se repararon muros y paredes y se frenó su deterioro, se construyeron escaleras metálicas y paredes con cristales y maderas modernas. A pesar de que se publicita con visitas guiadas, en el momento de nuestra visita (finales del 2021) se encontraba cerrado, su interior aparecía lleno de suciedad y la estructura descuidada.

Esquina occidental.

Interior de la torre. Imagen extraída de la web: “alcaladelosgazules.es”.

 

 

 

Esquina oriental. Podemos apreciar el anacrónico añadido metálico.

Castillo montano de planta desconocida porque tan solo queda un enorme torreón, que bien pudiera ser su torre del Homenaje. Tiene planta rectangular (20 x 25 m aproximadamente) y la fábrica de la obra original es el tapial con sillares en las esquinas. Llama la atención el desproporcionado talud que presenta, construído muy posteriormente con mampostería de gran tamaño. En su interior conserva restos de bóvedas, un arco apuntado y la señales de tres plantas, aunque desde el exterior no se aprecian. Le falta todo el muro Noreste y parte del Sureste, que han sido suplidos por una extraña composición de madera y metal. Se conserva el escudo original que señoreaba la puerta.

Se han encontrado restos romanos en este lugar. Pero el castillo fue levantado por los musulmanes entre los siglos XII y XIII (Qalat at Yazula). Quedó ese nombre al ser entregada por el rey de Granada a la tribu del mismo nombre. En 1264 la ciudad es reconquistada por las tropas cristianas de Alfonso X el Sabio, quien en su «Crónica» es el primero que le da el nombre de «Alcalá de los Gazules». Fue donado por este rey a la orden religiosa de Santa María de España. Y tras pasar algunos años pasó a depender de la Casa de Tarifa, cuyo señor ostentaba el título de Duque de Alcalá. En 1402 se tiene constancia de una asignación de 77.250 maravedíes al castillo de Alcalá para una guarnición de 54 caballeros, 60 ballesteros y 70 lanceros. Finalizada la conquista, el castillo de Alcalá fue perdiendo importancia militar, cayendo casi en el abandono con la consiguiente ruina por la falta de mantenimiento. A partir del siglo XVII la planta baja de la torre del Homenaje fue utilizada como simple cuadra. A finales de 1731 o principios de 1732 el torreón se habilitó para vivienda del Corregidor, nombrado por el Duque de Medinaceli. Se sabe que a finales del siglo XVIII el alcaide del castillo fue Alonso Delgado de Mendoza y Pérez de la Peña, que era caballero de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. ​

Y ese fue su uso hasta la Guerra de Independencia, aunque sus muros debieron presentar entonces un estado deplorable, lo que obligó a las tropas francesas en 1810 a iniciar obras de reparación de las mismas. Obras que no se terminaron tanto por falta de material, viéndose obligados los franceses a traerlos desde Medina Sidonia, como a que los vecinos sustrajeron el poco material acumulado. A principios de junio de 1811, estando el castillo en manos de las tropas españolas, se encargó al ingeniero Salvador Quirós su reparación. Tras empezar las obras el 3 de junio, éstas no se concluyeron por la llegada de nuevas tropas francesas, que asaltaron el castillo la mañana del 18 de septiembre. Tras 24 horas de asalto, cuando los galos estaban a punto de minar el castillo, el capitán Monesterio rindió la plaza. El día 21 los franceses, antes de abandonar la población, volaron las defensas para evitar que las tropas españolas volvieran a ocuparlo. Tan solo dejaron intacta la torre del Homenaje. Desgraciadamente, en la década de los cuarenta del siglo XX, para la construcción de los depósitos de agua se utilizaron las piedras de la torre, dejándola parcialmente destruída, con el aspecto que tiene hoy día. En 2006 fue reparada en parte.