Su ubicación es una de las más intrincadas de la geografía gaditana. Aunque es visible desde muy lejos y desde diversos puntos del horizonte, llegar hasta ella es otro cantar. La espesura vegetal es impenetrable y, tan pronto como se abre un sendero, se cierra por el rápido crecimiento de los arbustos. En el momento de nuestra visita (finales de 2021) se podía ascender desde el sendero que discurre por toda la costa, unos centenares de metros después de pasar las ruinas del Fuerte de San Diego. También recibe los nombres de Torre de los Canutos por los numerosos arroyos o canutos que la circundan, Torre de las Fontanillas por las fuentes de agua dulce localizadas en sus alrededores, Torre de San Diego por su proximidad al Fuerte de San Diego o Torre de Cala Arenas por encontrarse junto a esta cala. Mantiene contacto visual con la torre de Guadalmesí, al Sur, en término de Tarifa, y con la Torre de Punta Carnero, al Norte.
Muy mal estado. Se derrumbó en parte en el año 2006 y sigue desmoronándose poco a poco ante la disgregación del mortero.



Fue construida en el siglo XVI, como parte del sistema de torres de vigía costera. La torre fue diseñada por Luis Bravo de Laguna y Juan Pedro Livadote en 1588 al igual que otras torres de la zona. A partir de la década de 1730 sirvió como complemento al Fuerte de San Diego situado a unos metros ladera abajo, junto a la línea de costa, y que por su posición necesitaba de una atalaya para comunicarse con los cercanos fuertes de Punta Carnero y del Tolmo.

Torre atalaya de planta cuadrada (6’5 m), poseía una altura aproximada de 13 m hasta su derrumbe. Tiene fábrica de mampostería con sillarejo en sus esquinas. El primer cuerpo es macizo y contaba tan solo con una sala a la que se penetraba por una puerta a unos 7 m de altura por medio de una escalera retirable. Desde esta sala se ascendía a la terraza por una escalera de caracol embebida en el muro. En la terraza existían matacanes y dos garitones. A finales del siglo XX ya fue sufriendo pequeños desmoronamientos y aparición de grietas diversas, hasta llegar a principios de 2006 cuando su fachada Sureste se derrumbó, desapareciendo elementos históricos muy valiosos. Y no hay esperanzas de que esto cambie. Hasta que se derrumbe del todo.
