Justo en el cruce de las carretera de Manresa, Bruch y Monserrat, en lo alto del Coll del Bruch, a unos tres kilómetros al Norte del pueblo.
En el momento de nuestra visita (septiembre de 2010) se encontraba abandonada.
Gran masía fortificada, antiguo hostal o posada, repleta de aspilleras en todos sus frentes, además de un pequeño rebellín aspillerado en la esquina Sureste, la que da a la carretera. El edificio es de planta rectangular, orientado al Este-Oeste, con planta baja y dos pisos y cubierta de teja árabe a dos aguas. Debido a su abandono la vegetación ha comenzado a cubrir sus paredes, ocultando detalles y elementos arquitectónicos.
Rebellín que defiende el acceso.
Numerosas aspilleras se abren en la parte trasera.
Perteneció a la familia Massana durante los siglos XVI y XVII. El siglo siguiente pasó a ser propiedad del monasterio de Monserrat, cuyo escudo puede verse esculpido en la puerta, con la fecha de 1791. Posteriormente fue transformada en hostal. Durante la Primera Guerra Carlista, ante la ruina total del castillo de la Guardia, fue fortificada esta antigua posada. Este lugar fue muy estratégico, cruce de caminos, mercado de las masías de los alrededores y punto de parada de las diligencias, por lo que a menudo era vigilado por soldados. Perteneció a la abadía de Monserrat hasta la desaparición de los señoríos en el siglo XIX.