Alcázar Nuevo

Estaba situado en el ángulo Oeste del recinto defensivo de la Villa Nueva (al-Binya), al Sur del río de la Miel. De ninguno de los dos alcázares se ha conservado ningún elemento arquitectónico y, hasta el momento, la arqueología no ha podido descubrir vestigio alguno de los mismos.

De éste también conocemos su planta y dimensiones gracias a los planos que, entre 1721 y 1736, mandó levantar el ingeniero belga al servicio del rey Felipe VJorge Próspero de Verboom. Gracias a los citados planos sabemos que la planta de este edificio medía 100 metros en su eje mayor por 53 en el menor, ocupando una superficie de unos 5.300 m2. Lo que hemos comentado en el Alcázar Viejo sirve para este, sobre la dificultad de calcular las medidas con la única referencia de los planos de Verboom. Estaba reforzado por siete torres de flanqueo, cuatro de ellas compartidas con la muralla que era de tapial y las otras tres hacia el interior de la ciudad. 

Detalle del plano de Verboom de 1726 en el que aparece el Alcázar Nuevo.

El Alcázar Nuevo fue levantado por el sultán Abū Yūsuf en la esquina occidental de su ciudad campamento de al-Binya, cuando llegó a al-Andalus para hacer la Guerra Santa. Se escogió ese lugar para evitar que posibles futuros asedios volvieran a utilizar esa ventajosa colina. Las obras debieron comenzar en el año 1279, poco después de que los castellanos de Alfonso X el Sabio levantaran el sitio que habían puesto a la ciudad. En las obras estuvieron trabajando miles de prisioneros cristianos. En octubre de 1285 el emir encontró que el alcázar que se construía en la Villa Nueva, la sala de audiencias y la mezquita, se habían terminado por completo. Ocupó el nuevo alcázar y paso en él el mes de Ramadán.

Plano levantado por Jorge Próspero de Verboom en 1726 en el que aparecen con gran exactitud, tanto las villas Nueva, al Sur, y Vieja, al Norte, como  lienzos de murallas, barrera y foso, torres, puertas y los dos alcázares.