
Frente Noreste, con la única puerta.
Sobre la cota máxima de la primitiva ciudad musulmana, a 1.182 m. de altura, dominando las dos vertientes y desfiladeros del río Guadalaviar o Turia.
Su estado no es demasiado bueno. Se llevan a cabo excavaciones en su interior desde hace décadas con el objeto de habilitarla para los visitantes, pero en nuestras numerosas visitas nunca lo hemos encontrado accesible.

En esta imagen se aprecian las excavaciones que se están realizando en su interior.
La entrada está protegida por dos cubos circulares.


Espolón situado en el extremo Sureste de la fortaleza. A la derecha aparecen los escalones que llevan a la entrada.
Tramo del frente Norte.

Fortaleza de planta irregular y tipo roquero, cuyos muros recorren el borde de una meseta rocosa que se alza en medio de la península que forma el río, por encima de las casas. Ocupa una superficie de 3.400 m2. Tiene once cubos, todos circulares y de época musulmana, excepto uno, de planta cuadrada y construído por los cristianos, abiertos hacia el interior. Se nota la falta de altura, pues fueron desmochados por decreto de Felipe V. La restauración de su interior, que comenzó en el año 2001 y todavía prosigue, se ha limitado a mejorar y sacar a la luz los elementos existentes, sin añadir nada. Se caracteriza por presentar un patio abierto y edificios a los lados. Debajo del patio hay un gran aljibe. En la parte Norte se sitúa la parte señorial o residencia principal, zona más elevada, y hacia el Sur, estaba el barrio de viviendas. Es de reseñar que también se halla presente un hipocausto, baño musulmán con todo lujo de detalles. Las excavaciones han encontrado restos de una casa musulmana y un gran basurero, del siglo XI, en el que se han hallado multitud de objetos desde restos de animales hasta utensilios cosméticos y de diferentes utilidades que demuestran claramente la importancia económica y de lujo que este castillo debió poseer en aquella época. Todo su aparejo, bastante uniforme, es de mampostería de piedras menudas.

Vista general de Albarracín. Por encima del caserío emerge la roca donde se asienta la alcazaba.


Flanco Sur. Aquí aparece la única torre cuadrada.

Flanco Norte.

Este lugar era ya habitado en época prehistórica, pero restos de cerámica indican que probablemente también los visigodos hubieran podido utilizarlo como residencia después de la invasión sobre los romanos. La cerámica musulmana hallada en sus excavaciones arqueológicas era de tipo andalusí correspondiente a los siglos X y XI.

Extremo septentrional.