En la parte alta del pueblo, en el interior del casco urbano.
Después de haber estado en mal estado durante siglos, a principios del año 2022 terminó su rehabilitación, con acierto, según nuestro criterio. Quizá pueda criticarse la instalación de una escalera bastante insegura, cuando cuenta con el hueco original de una antigua escalera de caracol. Con un presupuesto de 530.000 € destinados tanto a la torre como a su entorno, procedentes del Estado y del Ayuntamiento.

La torre, en octubre de 2022.

La torre, en el año 2012.

En un lateral de la torre aparece un rebaje en el tapial que corresponde a la bóveda de una escalera. Por aquí se ascendía hasta la puerta que ya daba paso a la escalera de caracol.

Hueco de la antigua escalera de caracol. A la derecha se observan restos de los escalones.
Gran torre de planta trapezoidal, con la entrada original situada a la altura del primer piso, en el flanco Norte, aunque actualmente se penetra por una escalera por un vano en su lienzo oriental. Ha perdido el remate superior y gran parte de su altura. Su fábrica es el tapial, pero con abundante piedra de rojizo rodeno, con verdugadas de ladrillo en algunas esquinas y dinteles de los vanos. El ladrillo se colocó a partir del terremoto del siglo XVIII con el objeto de reparar la torre. Actualmente cuenta con dos plantas más la terraza, pero se cree que tuvo otras dos más. A la primera sala, situada en la planta baja, solo se penetra por un agujero desde la bóveda superior. La sala del primer piso se cubre con bóveda apuntada y ahora le han colocado una escalera metálica para subir a la terraza, agujereando la bóveda. La terraza se ha recompuesto para habilitar un mirador. Sus muros tienen un espesor de dos metros. La torre fue utilizada como prisión. Frente a la torre, existe un subterráneo del que es visible su entrada.

Agujero para acceder a la planta baja.
Sala de la primera planta. Se cubre con una rústica bóveda apuntada. Al fondo, se ve la escalera para ascender a la terraza.


Puerta actual al interior de la torre, en la primera planta. En el suelo está la rejilla que cubre la entrada a la planta baja.

Fue construída en el siglo XIII por los musulmanes, según algunos autores sobre los restos de una fortaleza romana. En un principio era la torre de defensa de la alquería de su nombre, dependiente del castillo del Real. La primera referencia documentada de que los Vilarragut habían construído una residencia alrededor de la torre es de 1493. Con el tiempo la casa se convirtió en el palacio señorial del Condado de Olocau, formado por Olocau, Marines, Gátova, Olla, Torres, la Garrofera y Pitxiri, abandonando los Vilarragut la residencia habitual en el castillo. Y es en este momento cuando el lugar de Pardines pasó a denominarse Olocau. En el año 1649 el condado pasó a los Fenollet, por matrimonio de doña Margarita de Vilaragut y Sanz, hija del Conde de Olocau, con Diego de Fenollet y Albiñana, que en el siglo XVIII reedificaron la actual casa sobre la primitiva (en 1787 el palacio se deterioró a causa de un terremoto y la torre se derrumbó parcialmente). El nuevo conde, Diego de Fenollet y Vallterra, ordenó construir un nuevo edificio completamente separado de la torre, que es el que se puede visitar hoy día. En el año 1999 este edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Olocau y desde entonces se han realizado diferentes fases de rehabilitación.

La torre por encima del caserío. El edificio de la derecha es la Casa de la Señoría, llamada “el castell” por los vecinos.
Terraza de la torre.

Los dinteles de las ventanas han sido consolidados al estar en grave equilibrio.


