Torre de los Calderón de la Barca

En la pedanía de Viveda, a cinco kilómetros al Este de Santillana, cercana al río Saja. Se encuentra sobre un altozano, pero la proliferación de edificios modernos la ocultan en gran manera. Existen rótulos indicativos.

Su estado de conservación es deplorable (abril 2019), aunque actualmente existen proyectos de rehabilitación. Se utilizó, ya en el siglo XXI, como almacén y establo, permitiéndose el deterioro de las estancias y las fachadas.

 

 

 

Todo el conjunto está inmerso en una gran propiedad vallada y de acceso prohibido.

El conjunto se compone de una torre inicial, construida para defender el paso de una barca entre Viveda y Barreda, luego ampliada, y a la que se añadieron sendos palacios, uno en el siglo XVI con huecos pequeños de función aún defensiva y otro barroco montañés de fábrica de piedra y madera. Cubren una superficie de 1.417 m2.  Cuenta también con una capilla dedicada a María Magdalena. Tuvo foso pero no queda nada de él. La torre tiene cuatro alturas, de las cuales el primer nivel es ciego, y almenas, varias de las cuales han sido tapiadas, colocándose sobre la terraza un tejado a cuatro aguas de teja árabe. A uno de sus lados se edificó el palacio en dos cuerpos sucesivos, el primero delante de la torre, y el segundo junto a él; el muro destacado entre los dos cuerpos, ahora medianero, señala las dos etapas del palacio. El primer cuerpo (s. XVI) destaca porque su primer nivel está cubierto de pequeñas ventanas y aspilleras, de función defensiva, mientras que el segundo cuerpo (s. XVIII) ya tiene una ventana amplia en su planta baja. Al segundo cuerpo se adosa, en una sola planta a dos alturas, una capilla alargada, iluminada parcamente mediante dos aspilleras situadas en lo más alto del alzado y un ventanuco. Sobre su puerta hay un pequeño escudo de los Calderón de la Barca. ​ Las reformas de los siglos XV y XVI la convirtieron en una casa fuerte, transición entre la torre medieval y la casona montañesa.

Edificio muy antiguo. Está compuesto por una torre fortificada medieval del siglo XII ampliada en el XV, y un palacio montañés del siglo XVII, construida por la familia Calderón de Oreña, que aquí mudaron el apellido por el de Calderón de la Barca, cuyo portador más afamado fue el gran escritor. Se trata del edificio civil más antiguo de Cantabria. Las características de la torre y la finca están bien documentadas desde el siglo XVI, en que aparece descrita en el expediente Calatrava. Felipe de la Gándara explica de este modo el nacimiento del apellido Calderón de la Barca. El uso que los Calderón hacían del lugar, al cobrar peaje por utilizar la barca en transportar a personas y mercancías de un lado al otro del río, se recuerda aún en el nombre del barrio vivedense La Barca, situado a unos cuantos metros bajo los pies del conjunto.