Junto a la costa, a unos cinco kilómetros al Noroeste de la población, en el Cerro de su nombre, que forma un acantilado sobre el mar. Está situada en un paraje protegido de gran belleza paisajística, que fue línea fronteriza entre los reinos de Castilla y Aragón hasta 1296, cuando el monarca Jaime II anexionó estos territorios definitivamente a la corona aragonesa y con ello, al Reino de Valencia. Su acceso es sencillo desde la playa, tras dura subida. Es llamada también Torre de Aigües, de Aguas o del Río de Aguas.
Se encuentra en mal estado. Le falta el remate superior y presenta peligrosas grietas longitudinales que hacen peligrar su estabilidad.
Torre atalaya de cuerpo cilíndrico, con la base ataludada, levantada sobre la roca viva a escasos metros de un vertical acantilado sobre el mar. Pertenece a la red de vigía costera construida en el siglo XVI para prevenir y alertar de los ataques de los piratas berberiscos. La base es maciza hasta la altura de la puerta, por la que se penetra a una sala que cuenta con una escalera interior para ascender a la terraza, que se sostiene por medio de una cúpula todavía en bastante buen estado. La puerta se sitúa al Este, a bastante altura, por la que solo se podía acceder por medio de una escala de cuerda. Su fábrica es la mampostería trabada con mortero de cal. Mantiene contacto visual con las torres de la Illeta (Campello), la del Charco (Villajoyosa) y la de Cabrafich (Busot).
Fue mandada construir por el duque de Maqueda en el siglo XVI.
La torre vista desde la vecina torre del Charco, en Villajoyosa, al Norte.