Se sitúa a medio camino entre la iglesia de San Lorenzo y el poblado de Balafia, junto a un camino que permite su buena observación.
Su estado es excelente. Fue reconstruída después de ser derribada por un fuerte temporal en el año 2016. Las obras todavía continúan (septiembre de 2022).



Estado de la torre tras el temporal de 2016. Imagen extraída de la web:”ibizaapiedefoto.com”.
Torre de defensa rural que protegía una masía agropecuaria situada junto a ella, aunque la torre se encuentra exenta. Tiene planta circular y forma ligeramente troncocónica, con tres plantas unidas por una escalera de obra semiperforada en el muro. Su diámetro es menor y tiene mayor altura de lo que es habitual en las torres rurales ibicencas. Los muros tienen fábrica de mampostería en espiga (opus spicatum). La puerta original estaba en la primera planta, pero en el siglo XIX se transformó en una ventana balconera con barandilla de madera. Actualmente cuenta con una puerta en la planta baja abierta al mismo tiempo que se reformó la ventana superior. Antes de su desplome la planta primera estaba cubierta con una cúpula de obra, compartimentada con una pequeña sala también encastrada en el grosor del muro. Su pavimento era de ladrillos de barro cocido. Desde esta planta se subía a la superior a través de una trapa en la bóveda. El segundo piso se cubría con vigas de madera y contaba con una pequeña ventana y una estrecha aspillera. Ahora, una vez reconstruída, ignoramos su estructura interior.

Aparece nombrada por primera vez en el año 1764. Tras su derrumbe en el año 2016, las obras de reconstrucción comenzaron tres años más tarde. Con un presupuesto de 320.000 €, sus propietarios franceses han reconstruído la torre y están rehabilitando la finca al completo de forma integral, con el objeto de convertirlo en un centro de agroturismo.

Can Pere Mosón. Imagen tomada desde el poblado de Balafia.