Cima de Benicadell, de 1.105 metros de altura. Todavía sufre algunas nevadas, aunque no tan fuertes como las que hicieron florecer el comercio de la nieve en el siglo XIX.
En la cima de la sierra, en el pico de Benicadell, de 1.105 m. de altura. Para llegar hay que darse la gran caminata. Desde varios puntos se puede ascender, pero el mejor y más corto comienza en la casa forestal de les Planises.
Desaparecida. En todas las fuentes consultadas se indica que quedan vestigios, restos de muros, un aljibe y pasadizos. Pues bien, en la zona rocosa alrededor de la cima, donde se alza el mojón del vértice geodésico, no encontramos resto alguno de construcción humana. En cambio, en la empinada ladera que asciende hasta allí se puede encontrar abundantes fragmentos cerámicos, tanto de recipientes como de tejas y ladrillos de barro cocido. Unos cuantos metros más abajo, en el collado donde se dividen los senderos de Beniarrés y Beniatjar, en un pequeño llano, quedan parte de los muros y cimientos de una pequeña construcción de planta rectangular y un curioso pozo con las paredes de mampostería. No parecen obras defensivas por la fragilidad de sus paredes. Más bien, nosotros creemos que son construcciones del siglo XIX, cuando en toda la sierra proliferaban los tratantes de nieve. Serían edificios para albergar a los obreros encargados de recoger, transportar y almacenar la nieve en las diversas cavas de Benicadell.