Se encuentra en el interior del casco urbano, en su parte Norte, abocada hacia el valle del río Serpis.
Restaurada recientemente, pero, como es habitual, con abuso de hierros y cristales de aspecto demasiado moderno. Está gestionada por el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ).
Aspecto de la torre tras años de abandono, antes de comenzar la reciente restauración.
La torre cubierta de andamios en el año 2007.
Torre de defensa de la antigua población morisca. Como ella debieron existir otras muchas en los numerosos pueblecitos de las sierras alicantinas, claramente de población morisca, pero la gran mayoría han desaparecido. Esta es una construcción de planta cuadrada, con seis metros de lado y, aproximadamente, unos 15 de altura conservada. La entrada se efectúa por un hueco situado en la planta baja en el lado Este. Cuenta con otros vanos pero de tamaño muy reducido. Su fábrica es el tapial. Su interior se divide en cuatro pisos, que se comunicaban por medio de una estrecha escalera de caracol. Todos los forjados son planos sustentados por viguería de madera. Se cubría con un tejado con vertiente a dos aguas pero, parece que en origen estuvo almenada. Ahora se ha realizado una terraza plana.
Es obra del siglo XII. Aparece citada por primera vez en 1272, en el testamento de Jaime I, quién deja este lugar y su torre a su hijo Jaime de Xérica. Entre 1276 y el año siguiente tiene lugar una revuelta musulmana, por lo que la torre es asaltada por tropas cristianas. Almudaina recibió carta-puebla en 1278 por parte de Teresa Gil de Vidaure, tercera esposa de Jaime I y madre de Jaime de Xérica, quién se reserva para sí la torre y su recinto. En 1289 se produce la guerra entre Guillem de Vilarragut y Jaime de Xérica. Almudaina, poblada por musulmanes, fue objeto de un segundo asalto por parte de una columna cristiana quienes incendiaron el lugar. En 1348, durante la Guerra de la Unión, los unionistas atacaron la torre, incendiándola y asolando varias casas. En 1408 fue reparada la torre, pues Violante de Bar, baronesa de Planes, concedió el usufructo de la torre a Francisco de Folcrá, con la obligación de restaurar la cubierta y dar refugio en caso de peligro a los habitantes del lugar. A partir de 1572, como consecuencia del mal estado del castillo de Planes, la torre es usada como granero del señorío. La torre es abandonada en 1592. La torre fue comprada en 1999 a un particular por 42.000 euros. En 2006 comenzó su restauración por parte de la Diputación de Alicante.